Trabajo pretende blindar los sueldos en las subcontratas
El borrador de contrarreforma laboral prima el convenio sectorial en la nómina El ministerio, los agentes sociales y los empresarios comienzan a negociar
Las negociaciones de la contrarreforma laboral que ha prometido el Gobierno a Bruselas han comenzado. Tras un primer encuentro de tanteo hace dos semanas, ayer los negociadores del Ministerio de Trabajo, la patronal y los sindicatos entraron en faena. Y, según el primer borrador puesto encima de la mesa por el equipo de Yolanda Díaz, y al que ha tenido acceso este diario, el primer bloque de las conversaciones versará sobre la prevalencia del convenio sectorial sobre el de empresa y sobre los límites de la subcontratación.
La patronal entró en la primera mesa de diálogo social para la «modernización de la negociación colectiva» –el eufemismo vigente para hablar de parte de la reforma laboral del PP– cerrada en banda. Los empresarios no querían hablar de negociación colectiva ni tampoco de subcontratación y planteaban primar las políticas activas de empleo –mesa ya en curso desde hace meses– y la reordenación de los tipos de contrato. Ayer, la titular de Trabajo les metió el codo en ese córner y les marcó las posiciones. Primero toca negociación colectiva y subcontratación.
Algo que no recibieron con buenos ojos desde la patronal, que envió al encuentro de ayer a dos técnicos –no a los negociadores habituales– y que se limitó a escuchar las propuestas del Ministerio de Trabajo y de los sindicatos, según diferentes fuentes presentes en las negociaciones.
«No hay avances», expresaron desde UGT. «Lamentamos la ausencia ejecutiva y efectiva de las organizaciones empresariales en esta reunión, en un momento de gran trascendencia como el que estamos viviendo», declaró, por su parte, la secretaria de acción sindical de CCOO, Mari Cruz Vicente.
«Parte de las ayudas europeas dependen de las negociaciones en materia laboral», insistieron desde CCOO. Y es que los puntos puestos encima de la mesa por Díaz figuran en la agenda legislativa remitida a Bruselas, como contrapartida de parte de los 140.000 millones de euros de los fondos NextGeneration EU. Y el compromiso manifestado por la ministra es que piensa cumplir –con o sin acuerdo– con lo remitido a Bruselas, este año. La patronal rechazó hacer declaraciones.
LOS SALARIOS En el primer documento remitido a los agentes sociales –una base que seguro que se modificará en la negociación–, Trabajo plantea que un empleado de una subcontrata no pueda cobrar por debajo de lo marcado en el convenio colectivo del sector.
«El convenio colectivo de aplicación para las empresas contratistas y subcontratistas será el del sector de la actividad ejecutada en la contrata o subcontrata, corresponda esta a la actividad propia de la principal o a una distinta», reza el texto. Esta primera propuesta abre la puerta a que las firmas subcontratadas apliquen su propio convenio, si no implica un menoscabo de derechos.
No obstante, una concesión que Díaz ha hecho a las patronales, en esta primera toma de contacto, es que esa prevalencia del convenio sectorial no se aplique a todos los ámbitos. Sí a los salariales, pero no, por ejemplo, a los horarios, la clasificación profesional o la conciliación, donde las subcontratas podrán aplicar su convenio propio.
La intención de Trabajo es ampliar la capacidad de control de los sindicatos sobre la posible fragmentación del modelo de empresa, al alza en algunos sectores. Ese contrapoder sindical pretende reforzarlo concediendo derecho de información a los trabajadores de la empresa principal de los detalles laborales que rigen en sus diferentes subcontratas (trabajadores, duración del contrato, coordinación de empresas, etc.). También habilita que los trabajadores de las subcontratas sin representación legal propia (algo habitual en pequeñas empresas), puedan vehicular sus consultas a través del comité de la firma principal.
La primera propuesta sobre la que debatieron los agentes sociales ayer omite otros pilares de la reforma laboral del PP y que el Gobierno del PSOE y Unidas Podemos se ha comprometido a desmontar, como la reforma de la ultraactividad, enmarcada en el primer bloque para la «modernización de la negociación colectiva» y que no figura en el borrador .
Tampoco la modificación de la capacidad unilateral de las empresas para modificar las condiciones de trabajo, clave para los sindicatos. Fuentes del Ministerio de Trabajo explican que este es solo un primer contacto.
La patronal sigue enrocada y no entra a participar en las propuestas de Díaz