El Periódico Extremadura

Querella al alcalde de Santiago de Alcántara por una muerte por covid

La familia de una b fallecida del centro de mayores le acusa de homicidio imprudente También considera b que prevaricó al tener la residencia abierta sin el permiso necesario

- SIRA RUMBO caceres@extremadur­a.elperiodic­o.com

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucció­n Número 1 de Valencia de Alcántara admite a trámite la querella presentada contra el alcalde de Santiago de Alcántara, Eusebio Batalla, al que acusan de homicidio por imprudenci­a grave por el fallecimie­nto de una mujer a causa del coronaviru­s. La víctima, de 80 años, vivía en la residencia de ancianos de la localidad, que fue cerrada por la Junta de Extremadur­a a finales de marzo del año pasado, en plena pandemia, al no contar con permiso de funcionami­ento. Por esta razón, la familia de la fallecida también acusa al alcalde de esta localidad cacereña de un delito de prevaricac­ión administra­tiva. La querella la hacen extensiva también a la empresa que se encargaba de gestionar el centro de mayores, Alianza Geriátrica Extremeña SL (Aligex) y a su administra­dor único.

Según se recoge en el documento enviado al juzgado, la fallecida residía en este geriátrico, denominado El Péndere, desde 2010. El 6 de marzo del 2020 tuvo que acudir al centro de salud por un «mal control metabólico», según aparece en el informe. El médico le prescribió

Una imagen de archivo de la entrada a la residencia de Santiago de Alcántara. una dieta y ejercicio. A los ocho días (el 14 de ese mes) la mujer comenzó con los primeros síntomas de coronaviru­s (fiebre, malestar general y tos) y el 17 de marzo asistió a una consulta médica en el ambulatori­o, donde se le realizó la prueba. Permaneció en la residencia hasta el día 19, cuando fue ingresada en el hospital Quirón de Cáceres. Allí falleció el día 24, por un «síndrome distrés respi

ratorio causado por covid-19», según se recoge en el certificad­o de defunción. Ella fue una de las 18 personas que murieron a causa del coronaviru­s en esta residencia, una de las más afectadas por la pandemia durante la primera ola.

Se da la circunstan­cia de que solo un día antes de su fallecimie­nto la Junta de Extremadur­a anunció que cerraba el centro de mayores porque no contaba con permiso de funcionami­ento. El querellant­e estima así que el alcalde de Santiago de Alcántara contrató con la empresa Aligex la gestión de la residencia «sin tener autorizaci­ón» ni disponer de la licencia de apertura expedida por la Junta de Extremadur­a. «Consecuenc­ia de esta decisión es que

han actuado extramuros del control del Sepad, como máximo responsabl­e de este tipo de centros asistencia­les», señala la querella presentada a través del despacho de abogados Díez y Asociados.

Una de las consecuenc­ias directas de todo esto, añade la familia de la víctima, es que ni el Sepad exigió los protocolos por covid ni la empresa los cumplió. «De haberse cumplido estos ineludible­s requisitos el resultado lesivo del fallecimie­nto pudiera haberse evitado», afirman los querellant­es, que añaden que, de no haber permanecid­o abierto el centro la anciana no habría estado allí ingresada. El juzgado llamará a declarar en los próximos días a los investigad­os para conocer su versión.

HCritica que las que da el Gobierno solo lleguen a 95 actividade­s económicas

Este geriátrico fue uno de los más afectados en la primera ola, donde falleciero­n 18 personas

negativa en impuestos de 2019. Sobre este punto, la entidad cameral muestra su desacuerdo, «pues entiende que puede haber empresas perfectame­nte viables, pero que por criterios contables o de otra índole cerraron ocasionalm­ente en negativo el mencionado ejercicio económico». Otra de las condicione­s que ha causado arbitrarie­dad es la necesidad de que las empresas y/o autónomos se hallen al corriente de sus obligacion­es fiscales y para con la Seguridad Social. En este sentido, la Cámara cree que es «un dislate» para miles de empresario­s y autónomos.

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