El FMI sitúa a España líder en crecimiento pero también en paro
El organismo internacional eleva cinco décimas el alza del PIB prevista para este año, hasta el 6,4% A la vez ratifica que la economía del país no recuperará los niveles prepandemia hasta el 2023
La economía española crecerá este año más que ninguna otra en el mundo desarrollado, solo igualada por la de Estados Unidos, el país que lidera junto a China la recuperación de la fulgurante crisis causada por la pandemia del coronavirus. Esas son al menos las previsiones presentadas ayer por el Fondo Monetario Internacional (FMI) al inicio de su Asamblea de Primavera, en la que constata que la salida del agujero está siendo más rápida de lo esperado, aunque dejará un reguero de desigualdad y un mundo fracturado en varias velocidades. Sus economistas prevén un crecimiento para España del 6,4% este año y un 4,7% en 2022. Buenas noticias sobre el papel, si no fuera porque no recuperará la riqueza previa a la pandemia hasta el 2023 y tendrá más paro que ninguna otra economía avanzada.
Todo son incógnitas en el horizonte inmediato de una crisis económica que fluctúa en función de la situación sanitaria, las olas epidemiológicas o la evolución de la campaña de vacunación. «Un alto grado de incertidumbre rodea estas proyecciones», reconoce el Fondo. «Mucho sigue dependiendo de la carrera entre el virus y las vacunas».
INCERTIDUMBRE Como ha comprobado el Gobierno, es mal negocio hacer previsiones en estos tiempos, por más necesarias que sean para la elaboración de los Presupuestos. El 9,8% de crecimiento del producto interior bruto (PIB) anticipado para su elaboración y luego rebajado al 7,2% se antoja ahora tan lejano que el propio presidente Pedro Sánchez ha admitido que se puede revisar a la baja, después de que lo dejara entrever el lunes la vicepresidenta Nadia Calviño.
El repunte anticipado por el FMI es, aun así, mejor del previsto por sus analistas en el pasado mes de enero. Ha crecido medio punto para situarse en el 6,4%, también cinco décimas por encima del consenso de los servicios de análisis recogido por Funcas. Una cifra que de cumplirse situaría el crecimiento nacional dos puntos por encima de la media de la eurozona (4,4%).
El punto de partida era nefasto. Un descalabro histórico cercano al 11% del PIB en el 2020, acompañado del mayor déficit público del continente y el segundo índice de paro detrás de Grecia. En ese sentido, y pese al acelerón de la actividad esperado para la segunda mitad de este año, el desempleo aumentará más de un punto en 2021 respecto al ejercicio anterior a medida que expiran los ertes para quedar en el 16,8%, según el FMI, lo que convertirá a España en el país con más parados porcentualmente de Europa. El 2022 bajaría hasta el 15,8%. Y eso que, a ojos de sus analistas, esos mismos ertes han servido para prevenir un deterioro aún mayor de su mercado laboral.
El documento da bríos al optimismo. «La salida de la crisis sanitaria y económica es cada vez más visible», sostiene el organismo que dirige Kristalina Georgieva. «El repunte es de media más fuerte del anticipado en todas las regiones» y, a medio plazo, dejará pérdidas menores a las que ocasionó la crisis del 2008. Un repunte también anticipado en la Unión Europea, aunque será más lento que en otros países como EEUU. «Se espera que la zona euro recupere los niveles previos al covid el año que viene, a un ritmo dispar. En Alemania, por ejemplo, durante la primera mitad del año; en España, más tarde», dijo la economista jefe del FMI, Gita Gopinath.
El Fondo espera que la campaña de vacunación se acelere en la segunda mitad del año, un impulso que debería coincidir con un mayor despliegue de los fondos de recuperación que llegarán desde la Unión Europea.
En el ámbito global, el Fondo augura para el 2021 un crecimiento del 6%, medio punto más que a principios de año, que se moderará en el 2022 para rondar el 4,4%. China y EEUU son los únicos que recuperarán en este ejercicio la riqueza previa al inicio de la pandemia. En el caso estadounidense, por los masivos paquetes de estímulo. Pero la recuperación también será muy desigual en función del progreso de la vacuna en cada país, las dimensiones de los rescates fiscales y la mayor o menor dependencia de los sectores más golpeados por la pandemia. El acopio que han hecho los países ricos de las inoculaciones no ayuda a armonizar la recuperación. El Fondo también subraya que la salida del barro aumentará la desigualdad interna: la crisis golpea más a los jóvenes, las mujeres y los trabajadores peor cualificados.
La economía global se recupera más rápido de lo esperado pero con desigualdad