MALTRATO
turco, Recep Tayyip Erdogan, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michely la presidenta de la Comisión Europea Úrsula Von der Leyen en la que se trata, entre otros asuntos, la salida de Turquía del Convenio de Estambul, un tratado para combatir la violencia machista, no solo se trata de protocolo, que por supuesto, es que es simplemente y llanamente machismo institucional, y como tal, como europea y demócrata no puedo más que condenarlo.
Y mientras, en la Asamblea de Extremadura el Grupo Parlamentario Socialista sigue manteniendo ese trabajo silencioso, con esfuerzo y preocupándose de lo verdaderamente importante, de buscar soluciones, de buscar acuerdos y muestra de ello en este pleno, celebrado ayer, presentó el resultado de la Comisión de estudio sobre nuestro sector primario, una comisión que se constituyó en la Asamblea de Extremadura, ante la dificultad que estaban viviendo nuestros productores del campo por los precios y la desigualdad que provoca la existencia de distintos eslabones en la cadena alimentaria a propuesta del Presidente de la Junta de Extremadura tras la reunión que las OPAS y el Presidente mantuvieron, planteó la creación de esta Comisión de Estudio. Solo un grupo parlamentario se ha negado a trabajar en ella, despreocupándose de nuestro campo, de nuestra tierra. Sí el grupo es el de siempre, ese que solo trabaja en busca del estruendo interesado, ese que parece haber pasado de un partido de Estado a uno más bien antisistema. Ojalá y en la reflexión de abandonar a nuestros agricultores y agricultoras, ganaderos y ganaderas, encuentren el verdadero significado del interés general.
«Deberíamos vivir tantas veces como los árboles, que pasado un año malo echan nuevas hojas y vuelven a empezar». Con esta cita de la RAE recordaba a José Luis Sampedro (19172013) ayer, cuando se cumplían ocho años desde que nos dejó. Sea, la vacuna contra la COVID inspira esa esencia para afrontar esta primavera.
Es absolutamente inaceptable ocurrido, es inaceptable y, por supuesto, insoportable
HCon la pandemia se ha acelerado una tendencia ya existente desde hace unos años: los negocios de barrio están desapareciendo. La incertidumbre económica ha cerrado todavía más persianas que no sabemos si volverán a subirse. Librerías, bares, kioscos, ultramarinos; esos rincones sin los que los barrios se vacían. Y es que los nuevos comercios que abren en su lugar, si es que lo hacen, ya no tienen ese trato tan amable y cercano de quien ha vivido toda una vida entre esas calles. Esas librerías donde cada libro tenía una historia y cada historia tenía su libro. Los bares donde el camarero se aprendía
Me demostraste cuando te vi luchar incansablemente durante toda la vida por los tuyos que las personas no tenemos límite cuando nuestras obligaciones son del corazón; me demostraste, maltratador, que un ser que es capaz de los actos más abyectos en privado mientras muta a santo cuando alterna en sociedad, es un ser inhumano; me demostraste, misionero, que el ser humano es capaz de renunciar a su propio bienestar por aliviar el malestar de los demás sin esperar a cambio más que la satisfacción personal de poder ayudar ; me demostraste durante esta pandemia, sanitario, que un ser que es capaz de entregarse en cuerpo y alma a los demás sin importar quiénes son los demás, es un ser humano. nuestra comanda o la tienda de gominolas de la esquina que nos fiaba esos céntimos que nos faltaban para comprar un regaliz.
Pasear y ver los escaparates vacíos hace que uno se sienta perdido, en un lugar que ya no reconoce como suyo. Sin esas pequeñas cosas de cada día se hace muy difícil sentirnos gente de barrio. Porque los carteles de `Se vende' no nos devolverán nunca esas anécdotas de toda una vida que se esfuman cada vez que cierra un negocio de barrio.
Darío Fernández
pirueta ha sido convocar elecciones en medio de la trágica pandemia. Cuando en Cataluña actúan así, hay que oírla. Su provocador nacionalismo, engalanado de falso patriotismo, es lo mismo.
Utilizar las críticas a su gestión para fomentar el victimismo con disyuntivas insensatas – yo o el caos– y su rebeldía contra todo lo que el Estado legisla, es táctica vieja usada por separatistas y trumpistas. Y, como «Madrid es España», el día menos pensando la España de Ayuso inicia un procés y se independiza del Estado.