«Las reservas de madrileños habían llegado a un 20% en el norte de Extremadura»
Las decisiones basadas en criterios sanitarios tienen consecuencias económicas. Esta vez, el cierre perimetral de Extremadura de un día para otro cuando se había anunciado que se abriría -y así se esperaba- ha dañado al sector turístico. Al menos así lo denunciaron ayer desde la Asociación Turismo Norte de Extremadura (Aturnex), que lamentaron «la manera precipitada de gobernar». «Las reservas de madrileños habían llegado a un 20% en el norte de la región, concretamente en localidades como Acebo, Yuste, Ovejuela, Hervás... Y es un fin de semana en el que suele haber poca ocupación», expresaron.
«Los empresarios del turismo tenemos que estar pidiendo disculpas continuamente a los clientes. Ya ocurrió en el puente de San José (primero se dijo que la comunidad estaría abierta y luego se cerró) y supuso un grave perjuicio para nosotros, además de que se dañó la imagen de Extremadura. Hubo clientes que no entendieron este cierre tan precipitado», apuntaron.
«Estas decisiones tan precipitadas -apostillaron- ocasionan un perjuicio irreparable a los clientes, a los empresarios, a los pueblos y su debilitada economía».
No obstante desde Aturnex también agradecieron que se haya ampliado a diez personas el número de no convivientes en los alojamientos rurales, «reivindicación que esta asociación viene haciendo desde hace meses».
El consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, respondió a estas declaraciones asegurando que «lo sentía en el alma» y recordando que la semana que viene hay prevista una reunión con representantes del sector turístico.