«Tenemos que abrir vías regulares de emigración en Europa»
Laya, en el palacio de Santa Cruz, sede del Ministerio de Exteriores.
– En Canarias hay un problema con los campamentos y se critica al Gobierno por querer convertir a las islas en unas islas cárceles. ¿Cómo van a solucionar este tema?
– Con los migrantes que llegan a España, sea a Canarias o a cualquier otra parte del territorio, la primera cosa que el Gobierno hace es un ejercicio de solidaridad con la comunidad autónoma que está gestionando esta cuestión. En el caso de Canarias ha habido un ejercicio de solidaridad con un aporte de financiación, en muchos casos comunitaria, para ayudar al territorio que hacer frente a la llegada de ese emigrante, a poder alojarlo, a poder alimentarlo mientras dura su estancia en nuestro país o mientras se determina el estatus de esa persona. Y es cierto que ha habido que arbitrar soluciones habitacionales que en un primer momento no estaban disponibles para poder acoger dignamente a estos ciudadanos. También es cierto que las cifras de llegadas van reduciéndose gradualmente, ya no estamos hablando de 23.000 o 16.000, sino de cantidades muy inferiores. Se le va a dar una solución a esta cuestión. En primer lugar, con los menores no acompañados, con personas vulnerables, mujeres embarazadas, demandantes de asilo, demandantes de refugio y retornados a sus países de origen o a sus países de tránsito. Entre tanto, trabajando también con los países de origen y tránsito, buscando rebajar
ducir o controlar al máximo las llegadas de manera irregular a nuestro país
– La ruta migratoria del Mediterráneo se ha convertido en la más mortífera después de la canaria. ¿Qué se está haciendo para paliar esta situación?
– Estamos tejiendo con el resto de los miembros de la UE un pacto para la emigración y el asilo. Pero es difícil de construir porque los puntos de vista de los diferentes Estados en este tema no son los mismos. Nos une más y tenemos más en común con países ribereños del Mediterráneo que con otros países más al norte. Pero estamos buscando a través de un diálogo muy paciente y muy constante, construir un consenso dentro de la UE. Hemos encontrado un área de consenso en la necesidad de trabajar más con los países de origen y de tránsito de migrantes para abordar esta cuestión antes de que los migrantes lleguen a la frontera de la Unión Europea, en la mayoría de los casos de manera irregular. Esta misma semana, el presidente del Gobierno ha viajado, entre otros países, a Senegal, donde una parte del diálogo tiene que ver con ayudar a los países a tratar la cuestión de la migración en origen o en tránsito. Esto significa ayudar más a estos países a mejorar sus capacidades socioeconómicas, y España acaba de lanzar el programa Foco África. Tiene también mucho que ver con trapara desmantelar redes criminales de tráfico de personas.
– En ese pacto migratorio europeo se plantea que los países fronterizos sean un dique de contención. ¿Qué están haciendo para evitar esa política?
– El pacto migratorio tiene que ser responsable y solidario. Y solidaridad significa que el peso de la responsabilidad no puede recaer única y exclusivamente sobre los países que somos primera frontera. Buscamos el retorno hacia sus países de todos los que llegan irregularmente, favoreciendo evidentemente el retorno voluntario, cosa que ha estado ocurriendo en los últimos meses de manera continua. Y para eso tenemos acuerdos bilaterales con países de origen y de tránsito. También tenemos que abrir vías regulares de emigración a Europa, vías que nos permitan ser más eficaces en la lucha contra la migración irregular. Eso es lo que hemos hecho con nuestros países vecinos y lo hacemos con las comunidades autónomas, entendiendo dónde puede haber una demanda de mano de obra y de presencia de países terceros, pero de manera regular y ordenada.
HCon preguntas de : (Levante-EMV),
(La Provincia),
(La Opinión de Málaga), (La Nueva España) y (El Periódico).