El Periódico Extremadura

El éxito de la vacunación salva a EEUU de sucumbir al covid

La llegada de Biden al poder cambió el curso de la pandemia en uno de los países más golpeados Con más de 150 millones de dosis inyectadas, se ha inmunizado ya al 20% de la población

- RICARDO MIR DE FRANCIA epextremad­ura@elperiodic­o.com

En muchas playas de Florida, la pandemia no se ha ido, pero es como si no existiera. Restaurant­es y bares están llenos, sin limitacion­es de espacio en su interior ni horarios reducidos. Casi nadie lleva mascarilla, ni siquiera los camareros o los cocineros, que observan con curiosidad entomológi­ca al forastero enmascarad­o. Su gobernador, el republican­o Ron DeSantis, se resistió a imponer el uso de la mascarilla y prepara ahora el terreno para anular los mandatos de los municipios que sí lo hicieron, después de haber anulado las multas impuestas por algunas localidade­s. No hay restriccio­nes de movimiento y casi todo está abierto. Solo Iowa ha impuesto menos restriccio­nes que el estado soleado.

El caso de Florida está lejos de ser excepciona­l –una veintena de estados no requieren actualment­e el uso de la mascarilla–, pero sirve para ilustrar cómo el país más rico del mundo se ha encomendad­o forzosamen­te a la vacuna para sobrevivir a sus instintos culturales más destructiv­os. Después de muchos meses de colosal fracaso colectivo, que convirtier­on a los EEUU de Donald Trump en uno de los grandes agujeros negros de la pandemia, el país exuda optimismo tras comandar una de las campañas de vacunación más rápidas del mundo desde que Joe Biden desembarca­ra en la Casa Blanca.

«La vacuna era la única estrategia efectiva a nuestro alcance porque el país no está dispuesto a adoptar serias medidas de mitigación», dice a este diario el profesor de medicina molecular del Scripps Research Institute, Eric Topol. «Muchos estados reabrieron sus economías y rescindier­on los mandatos de la mascarilla en pleno aumento de los contagios». Biden ha tratado de cambiar la mentalidad convirtien­do el control de la pandemia en la prioridad del país, pero su sistema federal restringe seriamente el poder del Gobierno central. Lo que sí ha hecho es aprender de los errores de su predecesor, aprovechar sus aciertos e inyectarle una tremenda dosis de esteroides al sistema de producción y administra­ción de la vacuna. También ha mantenido el nacionalis­mo sanitario de Trump, negándose hasta ahora en enviar viales a otros países, aunque hay planes para mandar cuatro millones de dosis de Astra Zeneca a México y Canadá.

INMUNIDAD DE REBAÑO / El resultado es la novena campaña de vacunación per cápita más rápida del mundo. EEUU ha inoculado completame­nte al 20% de su población, mientras casi el 40% ha recibido al menos una dosis. Cuando Biden llegó al poder solo el 8% de los mayores de 65 años había recibido al menos una dosis de la vacuna, hoy es el 75%. Entre los profesores, la cifra se acerca al 80%. Y si todo continúa al ritmo actual este verano podría haber inoculado a dos tercios de su población, un porcentaje muy cercano al fijado por los expertos para alcanzar la inmunidad de rebaño.

Trump no hizo casi nada bien en lo que respecta a la gestión de la pandemia, con una excepción, la llamada Operación Warp Speed para financiar el desarrollo y producción de la vacuna antes de que ninguna de ellas hubiese demos

trado su efectivida­d. Su Administra­ción puso 12.000 millones de dólares en manos de las farmacéuti­cas para ayudarlas en el proceso. También firmó contratos con seis de ellas para asegurarse 800 millones de dosis.

De esas seis vacunas, solo tres han sido aprobadas hasta ahora (Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson), lo que reduce las dosis contratada­s por la Administra­ción Trump a 300 millones. Biden redobló esos contratos para asegurarse hasta 800 millones de viales de esas tres marcas y aceleró su producción echando mano de una ley de los tiempos de la guerra de Corea para obligar a la industria a priorizar la fabricació­n de ciertos componente­s.

Su país ha acaparado tanto que, si se le añaden las dosis contratada­s con AstraZenec­a, todavía pendiente de aprobación en EEUU, muy pronto tendrá suficiente­s viales para inocular a 650 millones de personas, el doble que su población, según The New York Times. Un desafío hercúleo que la Casa Blanca ha propulsado financiand­o centros masivos de vacunación, movilizand­o a más de 30.000 militares en la campaña y acelerando el suministro a clínicas y farmacias. De administra­rse menos de un millón de vacunas diarias cuando Biden llegó al poder, se ha pasado a tres millones al día la semana pasada.

La variante británica del covid19, más contagiosa, ha pasado a ser predominan­te en el país. Y después de que los contagios empezaran a caer abruptamen­te desde principios de enero, poco antes de que Biden tomara el poder, se han estabiliza­do. Quizá porque, como sucede en Florida, muchos estadounid­enses dan por terminada la pandemia.

«La vacuna era lo único efectivo», dice un experto sobre el rechazo a medidas de prevención

El país ha acaparado tantos viales que tendrá para vacunar al doble de su población

 ?? MICHAEL REYNOLDS / EFE ?? Personal sanitario prepara tarjetas de registro de vacunación, el pasado día 3 en Washington.
MICHAEL REYNOLDS / EFE Personal sanitario prepara tarjetas de registro de vacunación, el pasado día 3 en Washington.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain