Vecinos de Céntrica no se oponen a la pista de skate, pero sí en su zona
Piden que la plaza b donde está prevista se destine a zona verde
Los vecinos de Céntrica, 60 familias de cinco bloques, ya sufren las consecuencias de que sus ventanas den a una plaza que ahora está abandonada y que se utiliza para «menudeo de droga» y es objeto de actos vandálicos continuamente. Saben lo que son los ruidos y no quieren que la pista de skate se ubique ante ellos porque consideran que estos se van a agravar.
Al igual que ha manifestado el colectivo de skaters , «no queremos convertir esto en una guerra»; de hecho, están a favor de que se haga una pista para ellos, pero «no en una zona residencial». Porque tienen claro que «va a generar un problema de ruidos mayor del ya existente».
Así, señalan que las rampas ya son de hormigón y hay ruido por «la mala acústica» de la zona. También que promovería la aglomeración de personas y con ellas, los ruidos por las voces, la música que pudieran llevar…
Afirman que ya se lo manifestaron por escrito al ayuntamiento en el
Maestro, le presento a Lupe Sino…» Lo canta Sabina, que de esto sabe. De toros, de Madrid… y hasta de Chicote. Gran Vía, 12, un eje imaginario sobre el que rota una puerta giratoria, y rotaba aquel Madrid castizo de brazos abiertos del simpar Perico Chicote. Francisco Saúco, mi presidente en la Academia Extremeña de Gastronomía, acaba de pasarme los restos del naufragio de lo que fue la primera edición de «Mis 500 cocktails», la de 1932. Antes, en 1928, Chicote publicó `Coctails', así a palo seco. Trabajaba por entonces en el que dicen fue el primer bar americano de España, el Pidoux, a solo unos metros de lo que luego sería el Bar Chicote. Recordemos que Chicote, el bar, abrió en 1931. En el Pidoux se vendía `Cocktails', el libro, por seis pesetas; el prólogo era del muy memorable crítico taurino Don Gregorio Corrochano al que el barman dedicaría una de sus creaciones, el Corrochano Cocktail (zumo de naranja, ginebra y una cucharada de Grand Marnier). Al fin y al cabo, la coctelería es, como la tauromaquia, cuestión de tercios (querencias y medidas).
El otro, o sea, el que me envía Saúco, el de 1932, lo prologó Jacinto Benavente. Chicote, el bar, tenía más nóbeles que una academia sueca. De Don Jacinto a Don Severo, pasando por Don
Vecinos de Céntrica, ante la plaza Puerto de Béjar. 2017 y no obtuvieron respuesta y ahora, dado que se está redactando el proyecto de la pista para esa plaza, la Puerto de Béjar, han remitido otros dos «con las firmas de todos los vecinos».
Proponen que se ubique en otra zona, preferiblemente «en espacios deportivos municipales» y, a la vez,
que la plaza se recupere para que deje de ser foco de vandalismo. «A mí me han tirado una botella contra la ventana», señalaba este jueves una vecina. «A mí, litronas y huevos», decía otra.
Subrayan que, inicialmente, cuando se construyeron las viviendas, el proyecto contemplaba una zona verde y es lo que quieren.
Precisamente, el alcalde ha señalado que no se hará la pista «sin que haya consenso». Sobre el dinero ya invertido en adjudicar un anteproyecto y ahora un proyecto, asegura que no se va a perder porque «se podría adaptar a otros lugares. Encontraremos otra solución», ha señalado.
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