Una decena de corazones para Valeria
Se vuelcan en una campaña de recogida de tapones para una niña de Torremayor y necesita una silla
26 semanas de gestación y 600 gramos de peso. Hace cinco años, Valeria García Tardío llegaba con prisas a este mundo. Ahora, el objetivo de su familia es que viva en él con la mayor calidad de vida posible.
Por eso, con la colaboración del `cole' de la niña, el CEIP San Juan de Torremayor, han lanzado una campaña de recogida de tapones con los que financiar las terapias de Valeria y comprarle una silla adaptada: «La niña ahora tiene una silla de paseo de bebé normal, pero va creciendo y ya se le ha quedado pequeña, le dan los pies en el suelo», cuenta a este periódico Noelia Tardío, su madre. « Y es bueno que salga, que le dé el aire… Ella anda, pero se cansa rápido», añade.
Que Valeria pueda caminar es un logro, ya que cuando nació le dijeron que las posibilidades eran ínfimas: «Al nacer prematura, la niña trajo muchos problemas: de corazón, de pulmones (nació sin ellos), tiene muy poquita base muscular… Pasó 11 meses en la UCI. Valeria cumple seis años el mes que viene, pero puede hacer cosas que hacen los niños de 1 o 2 años», narra Tar
Valeria García Tardío, en una imagen de la familia. De ahí la necesidad de que la niña siga diferentes terapias que la estimulen. «Es una niña súper hiperactiva, sólo te presta atención dos segundos, por eso necesita mucho estímulo. Ahora va a Plena Inclusión Mérida, donde recibe atención temprana, fisioterapeuta y logopedia», dice.
Pero que Valeria haya podido tener una vida `normal' es casi una sorpresa para su entorno: «Cuando nació nos dijeron que iba a pasar más tiempo de vida en el hospital que en nuestra casa y, salvo los once meses de UCI y cuando ha ido a hacerse alguna operación, la niña ha estado con nosotros», rememodío. ra su madre.
Lo que tampoco esperaban ella ni su familia era la masiva respuesta que iban a recibir ante esta campaña no sólo desde su pueblo sino también de buena parte de otros de la zona: Montijo, Arroyo de San Serván, Esparragalejo, Garrovillas, Barbaños, Cordobilla de Lácara o Talavera se han implicado, ya sea desde los ayuntamientos o a título individual y de asociaciones, en la recogida de tapones. Una lista que Noelia, abrumada por las llamadas y las muestras de apoyo, quiere resaltar para agradecérselo a todos: «También nos han llamado las enfermeras del Materno de Badajoz –que trataron a Valeriapara poner un contenedor allí», cuenta Tardío.
Todos esos contenedores (que tienen forma de corazón) recogerán los tapones para dar una mejor vida a Valeria. Un «granito de arena» que, como describe Tardío, es «algo que tiramos pero que sirven». A Valeria le sirven mucho. Le valen una buena vida.
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