Historia de una vacuna
Hay que valorar el esfuerzo al personal que ha puesto todo de su parte para adelantar los plazos
hace ahora un año, que aunque no olvidemos, no vale la pena recordar, esa realidad, después de la llegada de las vacunas, prácticamente ha desaparecido, las muertes se han reducido casi a cero. Y esto es digno de celebrar.
Hay que valorar el esfuerzo de todo el personal investigador, científicos, médicos, virólogos, químicos, biólogos que han puesto todo de su parte para adelantar los plazos de la llegada de la solución. Para todo esto hace falta dinero, mucho dinero, por eso, de nuevo una llamada a nuestros políticos, déjense de demagogias baratas, el objetivo no es ganar votos, sino trabajar por el bien de los ciudadanos. Después de lo que nos ha pasado no hay excusas para no aumentar el porcentaje de lo que se dedica a los programas de “investigación y desarrollo”, mucho más dinero para todo lo que se dedique a esto, y menos para otras cosas banales y sin importancia. Las noticias que nos llegan de los pocos países que van más adelantados que nosotros en sus programas de vacunación, nos hacen abrir un poco más las ventanas y las puertas de la esperanza, alguno incluso ya tiene preparada la medida de que las mascarillas no sean obligatorias en los lugares abiertos. A nosotros todavía nos queda pero vamos en camino.
Hará falta ir perfeccionando el sistema de vacunación, no se entiende que alguien de 80 años no esté vacunado y uno de 64 sí. Sé que el tema es complejo pero es necesario aprender deprisa. Mucha salud para todos y a seguir cuidándose.
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