Alfonsofobia
Qué mal ambiente debe respirarse en ciertos foros para que haya quien tome la meditada decisión de machacar literalmente un mural cerámico, que representa un hecho de la historia de Badajoz sin aparente afán de adoctrinamiento. Alguien maquinó el atentado. Buscó un martillo o un mazo o un pico y, con nocturnidad y alevosía, o simplemente en horario con el toque de queda en vigor, se acercó al paseo de la margen izquierda del Guadiana y la emprendió contra el mosaico de azulejos que la Asociación Cívica Ciudad de Badajoz encargó, adquirió y regaló al ayuntamiento para conmemorar la entrega de Badajoz al rey Alfonso IX en 1230.
El autor de semejante tropelía, cometida con violencia y saña, no dirigió su rabia de una manera arbitraria contra el contenido del mural, sino que quería -y lo consiguióatacar a una parte concreta de los representados, a un bando, al de los ganadores, al de los cristianos, al mismísimo rey victorioso y sus huestes, cuyas caras hizo desaparecer a golpe de martillazo. No solo eso, como prueba fehaciente de su fechoría, dejó su firma con una pancarta artesana, que también tuvo que ser fabricada premeditadamente, con el mensaje claro de contra quienes iba dirigido el ataque: «Fascistas sois los terroristas».
De todo lo acontecido se deduce que el objetivo era la extrema derecha. Qué pena de ciudad. ¿Qué
Los daños en el mural se cometieron con saña.