El grupo de los 12 desafía a la jerarquía tradicional
Los grandes clubs buscan eliminar la intermediación de la UEFA para garantizarse el control económico y deportivo
La Superliga es una competición europea semicerrada lanzada este pasado fin de semana por 12 grandes clubs del continente, entre ellos el Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid, y a la que se oponen frontalmente tanto la UEFA como la FIFA, así como las principales ligas y federaciones nacionales. Ha desatado un terremoto porque amenaza con romper toda la pirámide del fútbol como se entendía hasta ahora, tanto en el plano deportivo como en el económico.
¿Qué equipos jugarán?
Serán 20, entre ellos, por supuesto, «los 12 clubs fundadores» desvelados ayer más otros tres «fundadores», a definir, más cinco clasificados cada año «sobre la base de sus resultados de la temporada precedente». Hay seis ingleses (Manchester United, Manchester City, Chelsea, Arsenal, Tottenham y Liverpool), tres españoles (Madrid, Barça y Atlético) y tres italianos (Juventus, Inter y Milan).
¿Cuál será el formato?
Habrá una fase de dos grupos con diez equipos en cada uno de ellos, con partidos ida-vuelta que se disputarán entre semana, bajo el formato de un campeonato. Se jugará el torneo en 18 jornadas y 10 encuentros por cada una de las jornadas. Habrá un total de 180 partidos, repartidos entre martes, miércoles y jueves, respetando los fines de semana. Al final de esta fase de grupos, los tres mejores equipos de cada grupo se clasifican directamente para la fase de los cuartos de final. El cuarto y el quinto de cada grupo se cruzan en dos eliminatorias ida-vuelta para determinar las dos últimas plazas para cuartos. Los cuartos de final y las semifinales se disputarán con eliminatorias a dos partidos. La final de la Superliga, en mayo en terreno neutral, será a partido único.
¿Cuándo comenzará?
Los clubs fundadores desean que la Superliga arranque «tan pronto como posible», con la perspectiva de hacerlo en agosto de este mismo año, aunque podría aplazarse hasta el verano del 2022. Queda por ver cómo encajaría el nuevo torneo dentro del ya de por sí saturado calendario futbolístico, con las competiciones nacionales de cada país (Liga, Copa, Supercopa y, en países como Francia e Inglaterra, Copa de la Liga), teniendo en cuenta, además, que hay Eurocopa y también Copa América.
¿Quién manda?
Hasta el momento, lo único que ha trascendido es que la presidencia de la nueva competición la ostentará Florentino Pérez, máximo dirigente del Real Madrid, mientras que como vicepresidentes ejercerán Andrea Agnelli (Juventus) y Joel Glazer (co-presidente del Manchester United).
¿Cuáles son las cifras?
El 32,5% de los 4.000 millones que generaría el nuevo contrato televisivo iría a las arcas de los 12 clubs fundadores (más los tres que quedan por anunciarse), otro 32,5% entre los 20 equipos que la disputen cada año, un 20% se repartiría en función de los méritos deportivos y el 15% restante estarían distribuidos por aspectos comerciales. El premio para el campeón serían 250 millones de euros. Los fundadores recibirían también un «pago de una sola vez de 3.500 millones de euros dedicada a acometer infraestructuras y compensar el impacto de la pandemia.
¿Qué busca la Superliga?
El control absoluto de la competición por parte de los 12 clubs fundadores, que pretenden así eliminar la intermediación de la UEFA porque consideran que el actual formato de la Champions estaba en un proceso de declive y no cambiará hasta el 2024. Desean el gobierno deportivo, con un nuevo formato que minimiza los riesgos, garantizando siempre la participación en la elite, ocurra lo que ocurra en la liga doméstica, además de incrementar sustancialmente los ingresos económicos para resolver las crisis que sufren.
ALEKSANDER CEFERIN
PRESIDENTE DE LA UEFA
«Es horrible, un escupitajo en la cara de todos los amantes al fútbol. Solo es negocio. Solo interesa los bolsillos» ANDER HERRERA
FUTBOLISTA DEL PSG «Si esta Superliga acaba avanzando se acabaron las ilusiones de los aficionados de equipos que no son gigantes»
GARY LINEKER
EXFUTBOLISTA Y COMENTARISTA
«El fútbol no es nada sin sus aficionados. Si se plantan contra este proyecto pueden acabar con esto»