Las dos niñas. En 2019, la detuvieron y la llevaron al calabozo
sexuales. Hubo dos partes médicos que, igualmente, quedaron archivados.
Entonces decidió interrumpir las visitas «por recomendación de profesionales, para proteger a su hija». Él la denunció por secuestro. Ella perdió la custodia de las dos niñas. Se la dieron a él, a pesar de que a la pequeña ni siquiera la había reconocido legalmente. A ella la detuvieron y la llevaron al calabozo.
La justicia le pide cuatro años de prisión por esa acusación de secuestro.
Mientras tanto, aunque no existe orden de alejamiento, hace dos años que ni ve ni escucha a sus hijas. Él no se lo permite.
Esta la historia de Sara, una mujer extremeña envuelta en un complejo proceso judicial «lleno de irregularidades» desde aquella primera denuncia del centro de salud en 2016. El caso lo ha dado a conocer la asociación extremeña
Han iniciado una campaña de apoyo y auxilio llamada «Mamá está castigada». «Fue lo que respondió la hija mayor de Sara cuando el equi
El lazo violeta representa la lucha contra la violencia machista. po psicosocial de Badajoz le preguntó por los `cambios' que había vivido en los últimos tiempos. La niña tenía entonces 5 años y llevaba 8 meses sin ver a su madre», explican desde esta entidad.
Decisiones contradictorias «La jueza de instrucción había denegado dos veces la detención y la entrega de las menores, pero
una jueza de lo civil ordenó lo contrario», lamentan.
El próximo martes 27 de abril tendrá lugar en el Juzgado de Zafra el juicio para resolver definitivamente la custodia. Sara acude al mismo con la condena por secuestro a sus espaldas y con el temor de perder a sus hijas, que ahora tienen 6 y 4 años.
«Ese juicio del día 27 es la últi
ma oportunidad que tiene de recuperar el contacto con las niñas», manifiestan desde
Por ello, van a intensificar su campaña de apoyo estos días para lograr conciencia social y que se conozca esta historia, la de la extremeña Sara, una víctima más de las violencias contra la mujer.
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