«’Guerra y paz’ es muy visual y con una acción trepidante»
estilo de Tolstói.
– ¿Lo más complicado?
-El más evidente es la extensión. Es un trabajo agotador, vas corrigiendo mientras vas traduciendo, pero tienes que seguir siempre adelante, es una carrera de fondo. Por otro lado, en `Guerra y paz' hay aspectos muy concretos en la historia del siglo XIX en Rusia, con nombres muy específicos de artillería, partes del uniforme, de los grados militares, mucha filosofía.
– Si desterramos la paranomasia, ¿es justo el aforismo de `traduttore, traditore'?
-A esa frase me gusta anteponer la que decía Umberto Eco: «Sin los traductores no existiría la literatura universal».
– Touché!
-Claro, sin traducciones cada país solo tendría su literatura nacional. Para la literatura universal son básicos los traductores. Como decía Pushkin, los traductores son como los caballos de posta de la cultura, así que `traduttore, traditore' es una frase superada.
– ¿De dónde le viene la atracción por la literatura rusa?
Desde pequeño me ha fascinado el mundo ruso. Empecé a estudiar piano en el conservatorio con los pianistas rusos. Luego estudié ruso, después filología eslava, y ahí ya vi claro que quería ser traductor, porque tuve profesores de literatura rusa que eran traductores como Ricardo San Vicente, o Helena Vida. Después empecé a asistir a un seminario de traductores de Tolstói que se organizaba en la casa de Tolstói en Rusia, Yásnaia Poliana, la finca donde él vivía que organizaba Selma Ancira, otra de las grandes traductoras de ruso y de Tolstói en concreto. Todo ese bagaje me impulsó a traducir literatura rusa.
– Como ha estado en la casa de Tolstói, ¿entiende ahora más el escenario?
-Este seminario se organizaba en verano y estuve en ocho ediciones seguidas. Pasear por los parajes de Tolstói, en su casa, en la tumba..., hace que haya un acercamiento emocional muy grande con el autor. Además, te puedes situar muy bien físicamente, porque hay muchos elementos de `Guerra y paz' que son autobiográficos, con muchos personajes basados en sus antepasados, en sus padres y sus abuelos.
– Se nota el trabajo prolífico.
-Me he dejado la piel. Soy un traductor lento, pero me vuelco en el trabajo.
– Ya había traducido autores rusos. ¿Cuándo le llegó la propuesta de `Guerra y paz' que le pasó por la cabeza?
-Mi primer impulso fue decir que no me atrevía. Por la envergadura de la obra, porque soy lento y pensé que iba a estar toda la vida traduciendo `Guerra y paz', pero al final me lancé por ser un tren que pasa una vez en la vida.
– Guerra y paz' es la `Ilíada' de la literatura moderna?
-Sí, una de ellas seguro
-Los dos primeros libros del primer volumen son desbordantes. -Hay dos facetas en toda la obra de Tolstói, el narrador y el filósofo, que son inseparables. A partir del tercer y cuarto libro, en el segundo volumen, insiste mucho con su teoría de qué es la historia, los grandes hombres, el libre albedrío, la predestinación o la fatalidad. Es verdad que el lector quiere saber con quién se casa Natasha. `Guerra y paz' tiene muchos niveles de lectura. La trama, con sus personajes históricos, y otro es la metafísica y su plano espiritual, que se refleja en las escenas que tienen que ver con la naturaleza el viejo roble, el gran cometa-, que son un reflejo de la divinidad.
– ¿Por eso Tolstói escribe el artículo Algunas palabras a propósito de `Guerra y paz' cómo escusándose por el tercer y cuarto libro? -`Guerra y paz' se publicó primero en una revista [El Mensajero Ruso] por entregas, y ante las críticas recibidas, vio necesario escribir como una especie de justificación de por qué había tanto francés en una obra rusa, o porque había diferencias entre lo que él explicaba de los hechos históricos y lo que habían dicho los historiadores.
– Se agradece la lista inicial de personajes, así como el mapa.
-El listado de personajes lo vimos claro para no perderse. Hay más de 550 e insistí mucho para que incluyéramos los diminutivos de cada nombre, porque en ruso existe el nombre oficial y sus diminutivos. Para los que sabemos ruso es muy evidente, pero si de repente un personaje que era Natalia es Natasha igual no sabes que es lo mismo. A lo largo de la traducción me hice un mapa con los puntos geográficos más importantes de la novela, muy necesario para el lector, para saber dónde está Smolensk, que es a 60 km de la hacienda de los Bolkonkis.
– ¿Por qué es tan actual `Guerra y paz'?
– - La literatura de Tolstoi es universal porque toca los dos temas básicos, la vida y la muerte. `Guerra y paz' está impregnada de eso, y de la conclusión final a la que siempre llega Tolstói, que lo único que importa en esta vida es amar a los demás.
– Algunos pasajes de `Guerra y paz' son más visuales que una serie de Netflix.
-Es muy visual y con una acción trepidante. Raptos, duelos, batallas, muertes, engaños... Tiene una parte de culebrón que atrapa mucho al lector. Pero hay muchísimas capas en `Guerra y paz'.
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