El Santander gana 1.608 millones de euros en el primer trimestre
El banco logra un b 385% de ingresos más al no provisionar los 1.600 millones del 2020
El Santander ganó 1.608 millones de euros en el primer trimestre del año, un 385% más que los 331 millones del mismo periodo del año anterior (998% más sin tener en cuenta el efecto negativo del tipo de cambio de las distintas divisas en las que opera). El fortísimo aumento se debió en parte a un efecto comparativo: en los tres primeros meses del año pasado realizó una provisión extraordinaria de 1.600 millones para protegerse contra las pérdidas que le causará el coronavirus, con lo que su beneficio se hundió un 82% desde los 1.840 millones del año anterior, mientras que ahora solo ha reservado 150 millones.
Las dotaciones totales (ordinarias y extraordinarias) a la hucha para afrontar impagos y devaluaciones de activos, así, registraron
El consejero delegado del Santander, José Antonio Álvarez, presentando los resultados del primer trimestre. una caída del 42,9% (de 3.909 a 1.992 millones) y fueron entre enero y marzo las más bajas desde que estalló la pandemia. El otro factor que ha disparado las ganancias es el impuesto de sociedades: pese a que el resultado antes de abonarlo subió el 64% (a 3.102 millones), el pago del tributo en el
conjunto de países donde opera bajó el 8,1% (a 1.143 millones) por un impacto fiscal positivo para la entidad de 632 millones provocado también por los 1.600 millones en provisiones del año pasado.
En sentido contrario, los resultados se vieron perjudicados por los 530 millones que guardó el
banco para financiar los recortes de oficinas y plantilla que tiene previsto emprender este año, principalmente en Reino Unido y Portugal (en España ya pactó uno de 3.572 despidos a finales del año pasado). Su consejero delegado, José Antonio Álvarez, aseguró que el grupo no tiene previsto ningún ajuste adicional a los anunciados este año, pero admitió no ver el «punto final» del proceso de «transformación» en que está inmersa la banca desde el máximo de oficinas y plantilla alcanzado en el 2008.
El ejecutivo, así, justificó que el mayor uso de los canales digitales a costa de las sucursales obliga al sector a «tener un modelo de banco acorde a la demanda de los clientes». A ello se suman, continuó, los bajos tipos de interés (que penalizan sus ingresos) y el hecho de que las autoridades reguladoras «siguen diciendo» que hacen falta más fusiones. «Tratamos de hacerlo de la mejor manera que podemos y llegando a acuerdos con los trabajadores», sostuvo.
Preguntado por las recientes declaraciones de la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, que calificó de «inaceptables los altos sueldos y bonus» de los banqueros, Álvarez defendió que la remuneración de los directivos está «muy regulada» (el variable se cobra a plazos y parte en acciones), destacó que las grandes empresas tecnológicas «no tienen estas restricciones», y argumentó que la más estricta regulación europea supone una «desventaja» para el Santander al aplicarla en países no comunitarios donde opera.
El número dos del banco rechazó valorar si los altos sueldos son éticos o si él o la presidenta, Ana Botín, se los bajarán.
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