De fuera vendrán
De fuera vendrán y de tu casa te echarán. Ojalá vinieran muchas familias, de fuera o de donde fuera, y se instalaran en El Campillo, porque sería la prueba evidente de que se está revitalizado este entorno. La triste pena es que muchos de los que seguían viviendo en esta zona se han visto obligados a trasladarse porque el ayuntamiento tiene previsto, desde hace 11 años, un plan de regeneración que no acaba de hacerse realidad once años después. Nadie duda de que es muy complicado, de que tiene que ser tremendamente difícil llegar a acuerdos con tantísimos propietarios, encontrar herederos, hacerse con la titularidad, licitar los proyectos, encargar las excavaciones arqueológicas y adjudicar las obras. En cuatro líneas se dicen pronto, pero los trámites han sido y siguen siendo ingentes. Eso sin contar con que haya algún proyecto para construir una urbanización de viviendas que se tenga que modificar, cambiar, rediseñar y reajustar una y otra vez porque se somete al consenso de colectivos vecinales o interesados en el patrimonio o grupos políticos.
Fue el 12 de mayo del 2010 cuando el entonces concejal de Urbanismo, Celestino Rodolfo, presentó el plan especial para rehabilitar El Campillo, la zona más degradada del Casco Antiguo de Badajoz. Según explicó en aquel momento, como grandes actuaciones, contemplaba la ampliación de la anchura de la Vía Rápida, con
Inmuebles de la calle Eugenio Hermoso, ya demolidos.