La caída de Bin Laden: la noche que propulsó a Barack Obama
Se cumplen diez años de la muerte del líder de Al Qaeda Fue uno de los mayores éxitos del expresidente de EEUU
La noche del 1 de mayo del 2011, cuando las primeras filtraciones empezaron a correr por los medios, empezaron las congregaciones frente a la Casa Blanca, en la zona cero de Nueva York, en Times Square... A las 23.35 horas de Washington, llegó de boca del entonces presidente Barack Obama la confirmación de los rumores. «Esta noche –dijo ante las cámaras Obama– puedo informar al pueblo americano y al mundo de que Estados Unidos ha realizado una operación que ha matado a Osama bin Laden, el líder de Al Qaeda, y un terrorista que es responsable del asesinato de miles de hombres, mujeres y niños inocentes (...)».
Aquella acción ejecutada en un fortificado complejo residencial en Abbottabad (Pakistán) en una noche sin luna por 23 miembros del Team Six de los Navy SEALS, un cuerpo de élite dedicado a operaciones especiales, dio a Obama un éxito que había perseguido infructuosamente desde los atentados del 11-S su predecesor, George Bush y fue un factor clave para su reelección en el 2012. Le abrió también las puertas para anunciar que en diciembre del 2014 acabarían las operaciones de combate y empezaría la retirada de tropas de Afganistán, meta que el actual presidente, Joe Biden, se ha fijado para septiembre, 20º aniversario del 11-S.
En las horas y días siguientes a la muerte de Bin Laden la Administración de Obama fue dando datos sobre cómo se gestó y desarrolló la operación con inusitada velocidad y con demasiado detalle para indignación del entonces secretario de Defensa, Robert Gates. En los meses y años siguientes han ido llegando y sumándose los reportajes de investigación periodísticos, los libros, las desclasificaciones de material incautado en Abbottabad y hasta las películas de Hollywood, especialmente la polémica La noche más oscura, de Kathryn Bigelow, con quien colaboraron la CIA y el Pentágono y que contribuyó a perpetuar la mentira de que las brutales torturas de presos jugaron un papel en la localización del líder del Al Qaeda.
En el 2015 Seymour Hersh publicó en London review of books un artículo desarticulando prácticamente toda la historia oficial, desde cómo se consiguió dar con Bin Laden o qué sabía Pakistán hasta qué se hizo con su cuerpo, que oficialmente se lanzó al mar tras la extracción de ADN y un entierro según el rito musulmán. Dos de los miembros del Team Six que escribieron libros sobre su participación en la misión se atribuyen el tiro definitivo pero según otras investigaciones fue el líder de su escuadrón quien lo hizo.
Muchos interrogantes perduran, incluyendo el de si hubo alguna vez intención de capturar a Bin Laden con vida o si la operación nació directamente con la misión de matar. El puzle sigue incompleto pero, aunque falten piezas o algunas estén duplicadas con diferencias que dificultan o imposibilitan acabarlo, y aunque la historia acabe variándolo, la imagen de aquel 1 de mayo de hace una década perdura: EEUU ha matado a Bin Laden.
HLa acción de los SEAL propulsó la reelección del mandatario
y Obama (izquierda), entre otros, sigue telemáticamente la operación que acabó con Bin Laden, en el 2011.
Los interrogantes perduran, entre ellos si hubo intención de capturarlo vivo