La pizzería que ganó a la letra pequeña del seguro por el covid
Melisse está dedicado a la restauración desde hace 35 años, 20 en Gerona al frente de Bella Napoli. «Estuve tres meses parado, sin ingresos y atendiendo gastos. ¿Qué podía hacer?», relata. En medio de su desesperación recordó que había renovado la póliza multirriesgo con Segurcaixa Adeslas y que incluía una cobertura frente a pérdidas por cierre y fue a ver a su corredora de seguros. «No hay nada que hacer», le respondió. Fue a ver a un abogado: «No te toca nada», le desanimó. «Y yo no lograba entender por qué te obligan a hacer un seguro que luego no te cubre nada», relata. Su amigo Ángel Alcalde, abogado, quiso estudiar la póliza y el caso se ha resuelto dando la razón al empresario.
La sentencia cayó como una piedra en el centro de un estanque. La patronal del seguro, Unespa, se ha revuelto contra ella. Alega que «el seguro de pérdida de beneficios, en cualquiera de sus denominaciones (interrupción de negocio, pérdida de explotación o la propia pérdida de beneficios), así como en cualquiera de sus modalidades de cobertura (margen bruto, gastos fijos o indemnización diaria), exige para su activación la existencia de un daño material directo cubierto por la póliza. Por lo tanto, la interrupción de negocio por decisiones de la autoridad no está cubierta en los condicionados de las pólizas».
«Decir que nunca se ha cubierto (un cierre por pandemia) no es excusa. El cliente no tiene por qué tener ese conocimiento si no se le ha explicado debidamente. El contrato tiene que ser lo suficientemente