El cicloturismo se acelera en Cáceres y hace crecer la venta de bicicletas
Las rutas habilitadas se disparan en la provincia
En consecuencia, el turismo sobre dos ruedas se dispara en la provincia, que ofrece cientos y cientos de kilómetros habilitados para este fin
La afición por el ciclismo está viviendo el mejor momento en Cáceres que se recuerda. Así lo afirman los profesionales de establecimientos tan veteranos como Pelín y Bicicletas Cáceres, que llevan décadas en el sector. Y así lo atestiguan los innumerables grupos de ciclistas de todas las edades que recorren las carreteras y los senderos a lo largo y ancho de la provincia. La demanda de bicicletas es tal que las nuevas gamas de 2021 ya están agotadas y, según el modelo, hay que esperar incluso meses para recibirlas.
«Cada vez hay más ciclistas. El aumento ha sido considerable en los últimos años y el covid también ha motivado un mayor acercamiento a las opciones que permiten hacer deporte al aire libre por carreteras y caminos. Llevo 25 años en el sector de la bici y nunca había conocido un incremento así», explica
José Pedro Vecino, titular de Bicicletas Cáceres, establecimiento especializado situado en la calle Málaga.
«Venimos percibiendo una demanda bastante fuerte desde hace unos cuatro años. Pero durante la pandemia se ha disparado. Ha sido un auténtico `boom'. La gente quiere moverse en libertad, hacer deporte al aire libre con más seguridad que en lugares cerrados», indica Diego Pelín, copropietario de la tienda de bicicletas Pelín, con casi medio siglo de trayectoria en la avenida Hernán Cortés.
Y todo ello unido a las grandes posibilidades de la provincia, ha provocado un auge sin precedentes del cicloturismo en carreteras, caminos y senderos de montaña. Porque en Cáceres es posible comenzar una ruta en un bosque de nogales, robles y castaños, o en una dehesa salpicada de jaras, encinas y alcornoques, para luego subir a cientos de metros de altura con vistas excepcionales, y por fin llegar al destino en un valle refrescado por una garganta despeñada. Y en el trayecto, disfrutar de miliarios romanos, grabados ru
pestres, dólmenes, peñas sagradas o puentes de vida centenaria.
DE EUROPA A LAS COMARCAS / Extremadura tiene más de dos mil kilómetros de caminos, senderos y pistas para recorrer con bicicleta, además de numerosas carreteras secundarias, muchas paisajísticas, que entran hasta las entrañas de las comarcas más bellas de la provincia cacereña. Son más de sesenta los espacios naturales protegidos y todos, de un modo u otro, pueden disfrutarse sobre dos ruedas.
En esta página se describen las 15 propuestas que forman el mapa oficial del cicloturismo en la provincia cacereña, itinerarios señalizados y preparados para este fin, catalogados por las propias administraciones, desde la ruta internacional Eurovelo de más de 11.000 kilómetros, hasta los centros BTT (bicis de montaña) que incluyen toda una red de itinerarios. Además, la Diputación Provincial acaba de anunciar una inversión de 233.500 euros para acondicionar el `Camino natural del Tajo' de cara a la práctica de cicloturismo. Será un nuevo recurso turístico sostenible que atravesará los tres territorios Unesco de la provincia y comunicará con Portugal.
A este apogeo ciclista se han apuntado «personas de todas las edades, si acaso los que menos son los jóvenes, porque antes de los 30 años están más metidos en la tecnología y en las redes sociales, pero claro que los hay. Y a partir de los 30 años la afición aumenta», detalla José Pedro Vecino. Por arriba no existe límite de edad: «Acabamos de vender una bicicleta a un cliente de 78 años», desvela. Y otro dato: destaca el número de nuevas aficionadas, cuyo incremento es superior al de los hombres
FAMILIAS AL COMPLETO / Las familias al completo no se quedan atrás. «Tenemos mucha demanda de padres e hijos que hacen ciclismo conjuntamente. Los niños a partir de 9 o 10 años pueden acompañar perfectamente a los adultos en las rutas, y muchas veces les dan hasta lecciones», destaca Diego Pelín.
Porque el cicloturismo es, además, una forma sana de socializar, de compartir camino y avituallamiento con la familia o con los compañeros de cabalgada, que acaban siendo amigos. Primero por los entornos más cercanos, luego por las comarcas de La Vera, el Ambroz, Gata, Las Hurdes, Jerte, Las Villuercas, Los Ibores, la Jara, Montánchez, la Sierra de San Pedro o el Tajo Internacional. «La bicicleta te ofrece unas posibilidades inmensas con los itinerarios tan excepcionales que tenemos en Extremadura», destaca Diego Pelín.
UN COSTE ASEQUIBLE / El coste del ciclismo está prácticamente a la altura de todos los bolsillos, porque hay precios para distintas posibilidades. La media de una bicicleta normal a la hora de iniciarse oscila entre 450 y 650 euros. Quienes ya quieren hacer deporte asiduamente suben a modelos de 1.500 a 2.000 euros con cuadro de carbono y montaje medio. Pero se han vendido hasta de 10.000 y 12.000 euros.
También se percibe el aumento de la demanda de bicis eléctricas, solicitadas sobre todo por personas de cierta edad que así pueden seguir practicando su pasión sobre las dos ruedas. Por ejemplo, las eléctricas de montaña superan los 2.000 euros. Luego está el equipamiento (prendas adecuadas, cascos, gafas…), y por lo general el aficionado prefiere elegir buenas marcas.
MÁS DEMANDA QUE OFERTA / Pero ya se sabe que la dicha nunca es completa. Tanto los aficionados que están deseosos de tener su nueva bicicleta, como los establecimientos especializados en ciclismo, vienen sufriendo una considerable demora en la recepción de los modelos ya sean de carretera, de montaña o eléctricos. El problema estriba en que los componentes se suministran desde Oriente, sobre todo desde China, y una serie de problemas relacionados con el covid y con el encarecimiento de la logística (el alquiler de contenedores se ha multiplicado) tienen a las fábricas europeas y españolas al ralentí. Esas fábricas no dan abasto para surtir a las tiendas.
Ocurre también con recambios decisivos como por ejemplo las cadenas o los piñones. «Una problemática que vamos a sufrir durante todo lo que queda de 2021 y buena parte de 2022, hasta que se normalice el suministro. Para el sector es una lástima no poder atender al cliente ni responder a su demanda como nos gustaría, a ver si pasa ya el mal trago», declara Diego Pelín. Porque de algo están seguros los que saben de esto: a la bici le queda mucho camino por delante.
En Pelín y Bicicletas Cáceres afirman que el auge era anterior, pero la pandemia lo ha multiplicado
El ciclismo atrae a todas las edades, los mayores resisten, y destaca el `boom' entre las mujeres