Con el deseo de no volver a usarlo
En Cáceres ha habido dos espacios clave para la gestión de la crisis sanitaria: la octava planta del hospital San Pedro de Alcántara y el Nuestra Señora de la Montaña. Ambos han servido para atender a pacientes de coronavirus y para aliviar las instalaciones sanitarias de la ciudad, que estaban desbordadas.
En el caso de la octava ha sido la planta comodín, que ha atendido tanto a enfermos covid como de otras especialidades, según las necesidades de espacio que presentaba el San Pedro de Alcántara. En estos momentos atiende a hospitalizados infectados, que se reparten entre este espacio, donde están los enfermos que dependen de Medicina Interna, y un pasillo de Neumología. Se ha decidido así para poder ubicar en la planta de Medicina Interna a los ingresos no covid de esta especialidad y que habían tenido que derivarse al Universitario por falta de sitio.
Pero si ha habido un lugar de referencia para esta pandemia ha sido el hospital Nuestra Señora de la Montaña. Gracias a que sus instalaciones se encontraban vacías (cerró definitivamente en octubre del 2019) el área de salud de Cáceres podía contar con un edificio completo para atender a enfermos contagiados. Con la suerte de que además se trataba de un inmueble sanitario, preparado perfectamente para volver a dedicarse a la misma actividad.
La primera vez que se abrió fue en el mes de marzo, en plena primera ola de coronavirus. Cáceres fue en ese momento el área de salud más afectada. En cuestión de días hubo que parar toda la actividad asistencial no relacionada con el covid porque literalmente no había espacio para más pacientes en el hospital. En ese momento se habilitaron 30 camas en el Provincial. Estuvo abierto dos meses.
Después la situación mejoró y volvió a cerrarse. Pero en enero se decidió de nuevo su apertura porque los datos que presentaba entonces la tercera ola pronosticaban un nuevo colapso hospitalario (Cáceres superaba en esa fecha los 1.500 casos por cada 100.000 habitantes). Se habilitaron 20 camas, aunque en ningún momento se utilizaron todas.
Un mes después se cerró y se espera que sea ya la definitiva. Si los datos se mantienen estabilizados el Nuestra Señora de la Montaña no volverá a ser utilizado como centro hospitalario. Ese es el deseo de los cacereños.
El Provincial se ha cerrado tres veces en poco más de un año. Se espera que no se necesite nunca más
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