Cacereños en Mauthausen
Exposición en el centro de adultos de Cáceres
Dos números. 3.592 y 4.619. En apariencia dos simples números pero estos no son unas cifras cualquiera. Tras ellos se esconde el horror de los que padecieron el mayor genocidio conocido de la historia contemporánea. Tras ellos, dos vidas, dos historias que en paralelo sufrieron las atrocidades de uno de los epicentros de la barbarie del nazismo, Mauthausen, el campo de concentración en el que fueron asesinadas más de 90.000 personas, bien explotadas como esclavas o en cámaras de gas. Estos dos números son los que recibieron a su llegada a modo de `matrícula' Manuel Vicente Martín y Pedro Sánchez Cerro, dos de los 79 cacereños que fueron deportados entre los años 1940 y 1941 por ser considerados «enemigos del Reich».
Allí dejaron de ser considerados personas, fueron torturados y corrieron diferente suerte. El primero falleció allí y el segundo sobrevivió. Aunque con diferente desenlace, su historia fue paralela. Manuel nació en Miajadas el 20 de mayo de 1917. Según ha recuperado su memoria a través de familiares la Amical de Mauthausen en Extremadura y relata a este diario el historiador José Hinojosa, tras la derrota republicana en Cataluña en enero de 1939, pasó a Francia en febrero. Allí fue internado en cambos de internamiento para refugiados que cruzaron la frontera tras la Guerra Civil. Primero, estuvo en el Argeles Sur Mer, más tarde en Bacarest y por último, en noviembre llegó al de Saint Ciprien. Se incorporó a una Compañía de Trabajadores Extranjeros, un servicio ideado para que los refugiados prestaran servicio al país. El ejército alemán le hizo prisionero el 4 de junio de 1940 en Dunkerque y a partir de ahí, fue trasladado de prisión en prisión. Primero en Allenstein, luego al campo alemán de Stalag y por último en IB Hohenstein. Fue de allí de donde partió hacia Mauthausen. Lo hizo en un convoy con 165 republicanos. De todos ellos, fallecen 118. Como dato histórico, este fue el segundo convoy de republicanos españoles que acabó en Mauthausen. Llego el 9 de agosto de 1940 y un año más tarde, el 29 de marzo de 1941, es trasladado a Gusen, un subcampo dependiente del primero. Allí le asignaron otro número de matrícula, el 11.717. Falleció un mes después, el 11 de abril de ese año, a los 24 años.
También fue capturado en Francia Pedro cuando prestaba servicio en una compañía de trabajadores extranjeros (CTE). Él nació en Logrosán el 3 de marzo de 1915, de acuerdo a los datos biográficos que conservan los historiadores de la Amical extremeña. Fue hecho prisionero en junio de 1940 y trasladado a un campo en Stalaj, un campo de prisioneros de guerra a unos 75 kilómetros de Viena. Un año más tarde, el 19 de diciembre de 1941, antes de las navidades, llegó a Mauthausen. Resistió cuatro años hasta que fue liberado junto con los millares de presos que se encontraban allí el 5 de mayo de 1945, fecha en la que las tropas aliadas liberaron el campo del horror.
Precisamente, con motivo del 76 aniversario de esta fecha, se rinde homenaje hoy en España a los deportados españoles y a todas las víctimas del nazismo en el país. Según estiman las cifras oficiales, 9.003 españoles fueron deportados a campos de concentración
nazi por sus convicciones antifascistas o por su fidelidad a la República. De ellos, solo sobrevivieron 3.136. El grueso, 6.980 , llegó a Mathausen. De ellos, 2.194 fueron liberados, 4,738 fallecieron y 40 se encuentran desaparecidos.
En cuanto a las cifras que maneja el Amical en Extremadura, son 299 personas originarias de la región, según el recuento oficial los que fueron deportados a campos de concentración , 194 de ellos (96,3%) a Mauthausen y a su subcampo de Gusen. De ellos, 202 fallecieron y 87 fueron liberados. Por provincias, de los deportados 220 pertenecen a Badajoz -149 fallecierony 79 a Cáceres -53 fallecieron-. Por localidades en la projes vincia cacereña, sobresalen Alía y Talavera la Vieja con cinco 5 deportados cada localidad y Berrocalejo, Cáceres, Cañamero y Madroñera con 4 deportados.
A Manuel, a Vicente y a todos ellos les ha querido rendir homenaje la Amical a lo largo d esta semana con una exposición en el centro de adultos Maestro Martín Cisneros en la calle Gómez Becerra, que se puede visitar hasta el 14 de mayo. La muestra hace un recorrido en imágenes que forman parte de diferentes colectivos históricos por los rostros de prisioneros en el campo de concentración, armas, fallecidos, homenaposteriores e incluso muestra partes de defunción de prisioneros extremeños como el de Emilio Santiago Hinojosa.
Del mismo modo aunque concidionados por la pandemia, la Amical llevará a cabo varios actos como el que tendrá lugar hoy en el que tanto autoridades y como representantes de asociaciones de memoria histórica tendrán un recuerdo para los represaliados. En esa ceremonia se dará lectura al juramento de los supervivientes a la liberación de Mauthausen.
En relación a los actos conmemorativos, la Amical asegura que el propósito en primer lugar es «honrar la memoria de estos españoles y españolas y reconocer el lugar de privilegio que les corresponde por su defensa de la democracia y la libertad», «integrar el recuerdo de las víctimas del nazismo en las conciencias individuales y colectivas para conocer hasta dónde puede llegar la capacidad humana para perpetrar el mal» y por último, «convertirse en memoria vigilante contra mensajes amenazantes de partidos de extrema derecha y movimientos sociales neofascistas que cobran cada vez más importancia por su capacidad de captar a una parte de la sociedad, principalmente la juventud, descontenta con la política convencional por la falta de soluciones a sus necesidades».
300 extremeños fueron deportados a campos nazis, el 97% a Mauthausen. Solo 87 sobrevivieron
La Amical incide en la importancia de la memoria para frenar los mensajes de la extrema derecha