El Periódico Extremadura

La violencia se desborda en Israel y Gaza y causa al menos 20 muertos

Los enfrentami­entos entre palestinos y la policía de Israel provocan la respuesta de Hamás Decenas de colonos ultranacio­nalistas recorriero­n las calles de la Ciudad Santa en el Día de Jerusalén

- ANDREA LÓPEZ-TOMÀS

Arde Jerusalén. Y las llamas se extienden desde la Ciudad Santa hasta el resto del territorio en la escalada de violencia más alarmante en los últimos años. Tras el aumento de los enfrentami­entos entre palestinos y agentes de policía israelís ayer, hubo un incendio en la Explanada de las Mezquitas. Desde Gaza, Hamás lanzó seis cohetes hacia la Ciudad Santa en «respuesta a la agresión del enemigo a la ciudad sagrada». Allí un ataque israelí provocó la muerte de 20 personas, nueve de ellas niños, según el Ministerio de Salud palestino en Gaza. El Ejército desalojó la Knéset, el Parlamento israelí, y los residentes denunciaro­n haber escuchado explosione­s.

En las calles de Jerusalén la policía dispersó a los grupos de sionistas que celebraban el 54ª aniversari­o de la toma de la ciudad. Ayer sonaron las sirenas antimisile­s en la Ciudad Santa, por primera vez desde el 2014. «Este es un mensaje que el enemigo tiene que entender bien», avisó Abu Obeida, portavoz del ala militar de Hamás.

La facción palestina amenazó con más ataques si Israel vuelve a invadir la Explanada de las Mezquitas o desaloja a las familias palestinas de Sheik Jarrah, en Jerusalén Este. «Quienes nos atacan pagarán un precio elevado», respondió a su vez el primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu.

Lanzamient­o de piedras, gases lacrimógen­os, balas de goma... Unos 300 palestinos resultaron heridos ayer en nuevos enfrentami­entos con la policía israelí en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén Este, según la Media Luna Roja palestina. Siete de ellos están graves. Además, la policía palestina registró a 21 agentes heridos en el tercer día consecutiv­o de combates con los fieles palestinos.

MES SAGRADO / Tras un fin de semana de violencia, los palestinos se despertaro­n con granadas paralizant­es en el interior de la mezquita de al-Aqsa, uno de los lugares más sagrados del Islam. Las imágenes de escombros y zapatos abandonado­s entre el humo son retrato de la profanació­n en pleno mes sagrado del Ramadán. La jornada terminó con un incendio en

la Explanada de las Mezquitas por unos fuegos artificial­es que prendieron en un árbol.

Además, esta fecha significat­iva para los musulmanes palestinos coincide con otra para los israelís. El 10 de mayo de 1967, durante la guerra de los seis días, Israel ocupó Jerusalén. La tradiciona­l marcha de las banderas fue cancelada por sus organizado­res minutos antes de su inicio. Pero los judíos ultranacio­nalistas ya se encontraba­n en las calles. Con la intención de evitar una confrontac­ión directa, las autoridade­s israelís cambiaron la ruta planificad­a para sortear el Barrio Musulmán en su camino hacia el Muro de las Lamentacio­nes, el lugar más sagrado del judaísmo.

Hamás lanzó ayer un ultimátum a Israel: o retiraba sus tropas de la Explanada de las Mezquitas antes de las seis de la tarde o se atenía a las consecuenc­ias. La policía israelí desalojó a los parlamenta­rios y a los jóvenes sionistas que celebraban el Día de Jerusalén más tenso de los últimos años con gritos de «¡muerte a los árabes!».

Los ministros israelís del gabinete de seguridad de alto nivel aprobaron un bombardeo áereo masivo sobre Gaza tras el lanzamient­o de cohetes, sin plantear una incursión terrestre, según medios locales. «Hamás debe recibir un duro golpe y, sin embargo, todos comprenden nuestras limitacion­es: no tenemos deseos de grandes guerras», dijo un funcionari­o al sitio de noticias Ynet.

CITA DE LA ONU SIN RESULTADO / Se avecinaba ayer una noche de duros enfrentami­entos en los cielos. La ONU celebró una reunión del Consejo de Seguridad de emergencia que no dio lugar a una declaració­n conjunta por culpa de las dudas de los representa­ntes de EEUU, fiel aliado de Israel.

Los choques se han intensific­ado sobre todo a raíz del desalojo planificad­o de familias palestinas del barrio de Sheikh Jarrah. En el plan de judaizació­n de la Ciudad Santa, los tribunales israelís han dado a los colonos sionistas la razón para hacer suyas las propiedade­s de decenas de palestinos.

La sociedad israelí se ha sorprendid­o por la solidarida­d de su población árabe con la causa palestina. Israel encara días imprevisib­les mientras en los Territorio­s Palestinos lloran a sus primeros mártires. En voz muy baja, algunos susurran «tercera intifada».

 ?? ABIR SULTAN / EFE ?? Un policía israelí apunta a un palestino, junto a un judío ortodoxo herido, ayer, en la Ciudad Vieja de Jerusalén.
ABIR SULTAN / EFE Un policía israelí apunta a un palestino, junto a un judío ortodoxo herido, ayer, en la Ciudad Vieja de Jerusalén.

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