El centrista Lapid negocia el Gobierno con los ultras de Yamina
Las promesas de un nuevo Gobierno en menos de una semana van viento en popa en Israel. Mientras aumenta la violencia en Jerusalén, las negociaciones para formar un Ejecutivo que por primera vez en 12 años no incluya al actual primer ministro, Binyamin Netanyahu, siguen avanzando.
El candidato a primer ministro, Yair Lapid, del centrista Yesh Atid, parece convencido de darle el cargo primero a Naftali Bennett, líder de la fuerza de extrema derecha Yamina, con solamente el 6% de los votos obtenidos. Un 47% de la población apoya este Gobierno alternativo que abarca a un amplio –y en ocasiones, contradictorio– espectro político. «El público no perdonará a nadie que impida la formación de un nuevo Gobierno solo porque insista en otro ministerio», recriminó Lapid a los jefes de los partidos a los que pretende incluir en su coalición.
Yamina y Yesh Atid anunciaron su intención de presentar un Ejecutivo antes del fin de semana. Los equipos negociadores de las dos partes llevan desde el miércoles en conversaciones que avanzan a un ritmo vertiginoso. Tras su nombramiento como encargado de formar gobierno, Lapid ha exprimido todo su tiempo.
Pero no va a ser fácil. Yesh Atid, Yamina, Azul y Blanco, el Partido Laborista, Yisrael Beytenu, Nueva Esperanza y Meretz suman 58 escaños, tres menos que la mayoría. Y hay voces en Yamina que dicen que no apoyarán la coalición.
El 47% de la población israelí apoya la coalición con poder compartido