Miriam Casillas, `confinada' antes de competir en Japón
La pacense apenas puede moverse de su habitación desde que llegó
Miriam Casillas competirá este sábado en las Series Mundiales de Yokohama, continuando así con su camino de preparación para los Juegos Olímpicos de Tokio. La pandemia ha obligado a la deportista pacense a viajar al país nipón desde el martes, tener una PCR negativa 72 horas antes de su vuelo y conseguir un visado, varios impresos, y habilitar una serie de aplicaciones en el móvil para estar controlada en todo momento.
Además, tiene que estar en su habitación de hotel en todo momento, incluso para comer. Tan solo podrá salir de ella para entrenar y en determinados horarios.
Espera una prueba de formato olímpico: 1.500 metros de natación, 40 kilómetros de ciclismo y 10 kilómetros de carrera a pie.
El epicentro será el parque Yamashita, lugar donde estará la transición y el arco de meta que decidirá a los ganadores. En el segmento de natación, la triatleta extremeña tendrá que dar dos vueltas a un circuito de 750 metros, delimitado por boyas, en la bahía de Tokio. En ciclismo, el circuito, al que los participantes tendrán que dar nueve vueltas, discurrirá por lugares como el ayuntamiento, la aduana o el planetario, entre
Miriam Casillas, en pleno esfuerzo.
Las medidas anticovid son rigurosas en el país en el que se celebrarán los Juegos Olímpicos este verano
otros. Para el segmento de carrera a pie, los triatletas tendrán que dar cuatro vueltas y el circuito será igual que el de ciclismo, solo que habrá un giro de 180 grados nada más pasar la aduana.
Casillas se siente muy animada de cara a la carrera, a pesar de los numerosos controles y normas a la que está siendo sometida para poder competir.
HSolo había pedido tener un poco de buena suerte. Solo deseaba que el destino por una vez le sonriese, que no sufriera uno de los tradicionales traspiés que siempre, siempre, acompañan a Mikel Landa desde los inicios de su carrera profesional. Y a la quinta etapa, posiblemente en la jornada más tonta del Giro, sin un solo repecho dibujado camino de la playa adriática, Landa tropieza con una isleta y adiós a la carrera, al sueño en rosa que anhelaba como posiblemente nunca hasta ahora había vivido.
Landa ya no está en un Giro donde aspiraba a la victoria. Sintiéndose fuerte y con un equipo entregado a su imagen y semejanza.
Pero no contaba con una isleta. Allí estaba un vigilante de la organización con quien impactó Joe Dombrowski. Landa no pudo sortear al ciclista estadounidense, caído en el suelo, y se estampó de bruces. Impacto contra el asfalto, la clavícula izquierda se rompe y todo el
El ciclista vasco alargó su ya nutrida sucesión de infortunios en carrera
trabajo, toda la preparación, a hacer puñetas.
Con cinco etapas todavía es imposible acertar que corredor llegará vestido de rosa a Milán. Pero lo que sí está claro es que no será Landa, que deja ahora el Bahréin en manos de su compañero y amigo Pello Bilbao, a quien sin querer, y por accidente, le ha traspasado los galones que llevaba con gallardía para asustar a todos los rivales.
Landa y todos los favoritos sabían que ayer era un día para recuperar fuerzas, tomárselo como una jornada de entrenamiento con dorsal, y evitar contratiempos inesperados, sobre todo a falta de cuatro kilómetros, cuando los equipos con velocistas van lanzados, desbocados. Apartan entonces a corredores molestos del camino de sus esprínters que buscan situarse delante porque saben que en un Giro montañoso apenas podrán batirse en duelo .
Y a cuatro kilómetros para llegar a la playa de Cattolica, cerca de Rimini, Landa acabó retorciéndose de dolor en el suelo, con sus compañeros esperándolo para reintegrarlo al pelotón, algo que no sucedió. Y mientras Caleb Ewan se imponía (con Alessandro de Marchi al frente de la general) Landa se iba en ambulancia.
H