El Periódico Extremadura

«Europa es una empresa por la que vale la pena luchar aunque el camino pueda ser duro»

-

–Celebré vivamente la decisión del jurado. Angela Merkel es la figura de referencia de las institucio­nes europeas en lo que llevamos de siglo. En ella se produce la fusión de la moral cristiana, inculcada por su padre, pastor protestant­e, junto a una formación rigurosa y al mismo tiempo pragmática. Pienso en momentos críticos durante su mandato, como fueron la crisis financiera y la de la deuda europea, la crisis de Fukushima, en la que terminó con la energía nuclear alemana, así como la forma como afrontó la crisis de las relaciones trasatlánt­icas durante la presidenci­a de Trump y la crisis del Brexit. Tuvo que afrontar también la crisis provocada por la pandemia, aunque probableme­nte para ella y para el partido que representa, la más dolorosa de las crisis fue la de los refugiados, cuando Merkel optó por la respuesta cristiana, dando lugar a una ruptura interna. Logró también una posición de equilibrio de Europa entre Estados

Unidos, Rusia y China. Recuerdo haber leído la despedida de Merkel de su partido, en su última intervenci­ón como Canciller en la que se limitó a decir «hemos hecho mucho». La echaremos de menos, sin duda, cuantos creemos en Europa y su futuro.

–Sentí una gran alegría y al mismo tiempo de reconocimi­ento, hacia quienes me invitaron a formar parte de la Academia desde el año 2000. A lo largo de estos años ha sido extraordin­aria la labor realizada desde la iniciativa de un brillante profesor, José Antonio Jáuregui, culto, entusiasta y soñador, que imaginó su creación junto a Salvador de Madariaga, y contó desde el principio con la colaboraci­ón del Presidente de la Junta de Extremadur­a, Juan Carlos Rodríguez Ibarra y sus sucesores, y también siempre con el respaldo de Sus Majestades los Reyes.

Jacques Delors, presidente de la Comisión, y el primero en recibir el Premio Europeo Carlos V, insistía siempre en que la base del proyecto europeo eran tres componente­s: la competitiv­idad que estimula, la cooperació­n que nos hace fuertes y la solidarida­d que nos une. Por todo ello quiero poner de manifiesto la extraordin­aria labor realizada por la Academia desde su creación. En la Academia aprendimos que Europa es algo más que un espacio geográfico definido por la historia; es una empresa por la que vale la pena luchar aunque el camino pueda ser duro.

– En principio la Fundación se ocupó fundamenta­lmente de Europa. A mi juicio, un paso decisivo, y que celebré, fue la creación de la Fundahaya ción Academia Europea e Iberoameri­cana de Yuste hace pocos años. Desde ella se puede contribuir muy eficazment­e, y así se está haciendo, a afrontare se panorama de escollos y esas crisis comunes, y llevar a cabo una mayor integració­n entre Europa e Iberoaméri­ca.

–La Fundación realiza una gran labor contribuye­ndo a que los jóvenes se forjen en esa idea de Europa, fuerte y unida. Recordemos las palabras de Ortega, uno de nuestros más preclaros europeísta­s que afirmó que «Europa como sociedad, esto es, como convivenci­a de hombres bajo un determinad­o sistema de usos, existe con anteriorid­ad a las naciones europeas. En lugar de ver a Europa como resultado de una integració­n política, hay que invertir la perspectiv­a y verla como la placenta común vivificado­ra y nutricia de todas las naciones europeas». Como afirmaba Ortega, Europa no es solo el futuro, sino

mucho que podamos hacer. Tenemos que aceptarla y asumirla. Pero sobre la otra, sobre la incertidum­bre producto de la manipulaci­ón informativ­a, sí hay mucho que puede hacerse y, en general, en Iberoaméri­ca, como en casi todo el mundo occidental, hemos ido demasiado lento en esto. La regulación informativ­a del ciberespac­io debe plantearse como una prioridad, y debe ser abordada desde los principios y valores democrátic­os algo que está ahí desde un remoto pasado y que existe con anteriorid­ad a las naciones hoy tan claramente perfiladas. De ese modo, Europa como destino al que se pertenece se convierte en vocación de lo que hay que llevar a su madurez.

–No cabe duda. Lo he podido comprobar desde el Real Instituto de Estudios Europeos de la Universida­d CEU San Pablo, que he presidido durante veinte años y también en los excelentes cursos de verano que organiza la Fundación, en los que he participad­o en varias ocasiones. Se ha producido un gran cambio de los jóvenes en este tiempo. Hoy los jóvenes sienten con fuerza la llamada de Europa. Van a Europa a cursar sus estudios. Se sienten atraídos por las ideas de Europa y a veces críticamen­te, a raíz de actuacione­s que no son acordes a los principios que inspiraron la integració­n.

– Conservo grandísimo­s recuerdos de mis responsabi­lidades en los tres cargos, pero yo diría que sobre todo los de mi época en el Consejo de Europa, al comprobar como España abría una puerta a las Institucio­nes europeas, y marcaba su vocación claramente europea como destino al que se pertenece y se convierte en vocación de lo que hay que llevar a su madurez.

H

 ?? ?? Una de las funciones de la Fundación es tener puentes entre Europa e Iberoaméri­ca. ¿Cómo los contempla un diplomátic­o como usted con un panorama lleno de escollos como la situación en Venezuela o la crisis de los migrantes?
Una de las funciones de la Fundación es tener puentes entre Europa e Iberoaméri­ca. ¿Cómo los contempla un diplomátic­o como usted con un panorama lleno de escollos como la situación en Venezuela o la crisis de los migrantes?
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain