Yael, el seductor del balón
Dice ser un enamorado del fútbol y de jugadores «que ya no se ven tanto». De momento ha hecho dos goles y conquistado a la afición 14 años
A Yael Ballesteros García, futbolísticamente `Yael' ( Leganés, 7 de enero de 1998) le interesa la pelota. Tener el balón, jugarlo. «Estoy enamorado del fútbol de esos jugadores que ya no se ven tanto», comenta el que está siendo una de las revelaciones del Cacereño en este inicio de temporada. Dos goles, uno de falta y otro de tiro potente que sirvió para ganar al Tamaraceite, aderazados con un habitual toque exquisito de su zurda, han conquistado al aficionado verde.
«Estuve en el Atlético de Madrid 14 años. Justo cuando terminé la etapa de juveniles salí de allí», cuenta. Según su testimonio, «fue una decisión técnica, cosas del fútbol. Al fin y al cabo, cuando no cuentan contigo tienes que buscar crecer en otro lado. Me tuve que ir a Marbella, a Segunda B». A partir de ahí, filial del Granada, Algeciras y Leganés B, la pasada temporada, y fichaje en ésta en el decano extremeño, donde vive en plenitud en un equipo cuyo secreto del éxito está siendo, asegura, su actitud el día a día en positivo. «Es una locura cómo entrena. Yo nunca he estado en un equipo que entrene así», argumenta el fino centrocampista del CPC.
«El fútbol ha cambiado muchísimo. Hace unos años era de otra manera. A lo mejor no se necesitaba tanto el físico, y triunfaban jugadores con buena técnica, que tenían desparpajo. Ahora el jugador de calidad no llega a ningún lado. Yo tuve que cambiar el físico y estar preparado para el fútbol actual». El perfil de Yael es el de lo que se llama ahora `jugón'. ¿Será por eso que sus futbolistas preferidos de su perfil sean Xavi e Iniesta? Es evidente la respuesta: rotundamente sí. «Me he fijado siempre en ellos y en otros que les gusta tener el balón y ser protagonistas», dice.
Aun así, por sus muchos años en la cantera del Atlético de Madrid, lo reconoce: «mi ídolo es Fernando Torres», no titubea en afirmar. En la élite, cuenta, «tengo muy buenos amigos, aunque no del Atleti de ahora. Diego Conde, del Getafe, o Joaquín Muñoz, del Huesca, sí han conseguido ser profesionales».
Crecer y crecer
Las perspectivas de Yael pueden ser todavía óptimas por su edad. «Mi intención como jugador es ir creciendo y llegar a lo más alto posible. Lo que hay ahora e que tener en cuenta es intentar dejar
Con su `socio'
8 al Cacereño lo más arriba que se pueda. Por eso lo de crecer individual y colectivamente». ¿Un objetivo?. Sereno, con ese mismo temple con el que combina con sus compañeros, dice que «no hay que ponerse metas en el fútbol, que es lo peor que se puede hacer. Nunca hay que dejar de pensar en el presente», arguye como si fuera un veterano.
«El fútbol te llega a frustrar cuando a lo mejor no tienes la oportunidad que a lo mejor sí tienen otros. Si algo he aprendido con estos años en Segunda B es que tienes que seguir trabajando porque nunca sabes cuándo te puede llegar esa oportunidad», apunta en tono de madurez.
A Yael le gusta mucho su deporte. De eso no hay dudas, y de ahí el germen de lo que le está ocurriendo. «Desde pequeño siempre he disfrutado. A mí me gusta el fútbol y no todos tienen la suerte de jugar en un estadio como el Príncipe Felipe, que me viene de lujo para mis características», afirma. «Yo soy de los que con el balón disfruto, y cuando nos lo quitan podemos sufrir». En el Cacereño le está pasando. «No puedes jugar igual en el Príncipe Felipe que en un campo de hierba artificial como los de Canarias», argumenta antes de aclarar que intentará hacerlo bien siempre, en cualquier circunstancia.
Con desparpajo
«En el Cacereño sabemos a los que jugamos y estamos teniendo desparpajo». Esa es la clave del éxito para una de sus referencias, que espera hacer más goles, especialmente de falta, que lanza con tanta precisión «desde muy pequeño». Y añade: «Somos cuatro medio centros, y da gusto. Pero lo de entrenar a tope somos todos: tanto los centrocampistas, como los defensas, como los delanteros. En nuestro equipo, salga quien salga, lo van a hacer bien. Y se está viendo porque todos los fines de semana suele haber cambios. Hemos rendido a buen nivel».
Cuestionado sobre lo que puede suceder globalmente con el equipo, apunta: «yo quiero quedar arriba. El equipo tiene nivel y física y mentalmente estamos preparados para lo que venga. Cuando más arriba mejor. Tenemos un objetivo, que es conseguir los puntos de la permanencia y a raíz de ahí todo lo que venga», explica con nitidez.
Y sobre el entrenador, Julio Cobos, las mejores palabras. «Tiene a todo el equipo enchufado, y hay buen rollo en el vestuario, para nada hay del malo porque unos jugadores entren o no entren, y también todo el cuerpo técnico están llevando al equipo, bien, desde el entrenador, el fisio, el segundo entrenador, Alex García, el preparador físico, hay un grupo muy sano».
En Cáceres, ciudad en la que vive con su pareja, se encuentra «muy bien» en todos los aspectos. «Se nota que la gente está ilusionada con el equipo con el comienzo y todo eso nos da fuerzas y ganas de seguir haciéndolo bien, obviamente». Es Yael Ballesteros, el jugón del Cacereño, el seductor del balón.
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