España y Catar estrechan lazos con `Next Generation' de fondo
Sánchez celebra la inversión anunciada como «gesto de confianza»
España y Catar estrechan sus relaciones económicas y políticas con la visita del emir Tamim bin Hamad Al Zani a Madrid. Y así quedó patente en un foro económico, celebrado ayer en la sede de la CEOE, con los elogios de los empresarios de los dos países hacia sus homólogos. El evento fue inaugurado por el presidente Pedro Sánchez, que calificó de «un gran gesto de confianza para la economía y las empresas españolas» los 4.720 millones de euros en inversiones en España anunciados por el emir en la cena de gala el día anterior. En 2020, el estoc de inversión fue de 2.679 millones de euros, según el ICEX.
«Esta visita supondrá un antes y un después en las relaciones económicas y políticas entre Catar y España», dijo Sánchez, frente al jefe de la CEOE, Antonio Garamendi, y otros empresarios estienen pañoles, como Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, empresa cuyo mayor accionista es el fondo soberano catarí QIA; la vicepresidenta del grupo Antolín, María Helena Antolín, y el presidente de Navantia, Ricardo Domínguez.
A falta de conocer el destino de las inversiones que promete Doha y el periodo en el que se hará uso de ese dinero, fuentes de Ejecutivo indican que esta lluvia de millones estará ligada a los proyectos estratégicos (PERTE) nacidos de los fondos europeos, que como ejes centrales la transformación ecológica y digital. Y Garamendi confirmó que la energía será uno de los receptores de esa millonada, no en vano Catar es uno de los principales inversores en este sector en España, así como en el financiero.
España ha diseñado una decena de grandes proyectos para impulsar las inversiones en distintas áreas como el PERTE para el desarrollo del vehículo eléctrico y conectado; el de salud de vanguardia, el de energías renovables, hidrógeno renovable y almacenamiento; el agroalimentario; el de la nueva economía de la lengua; el de la economía circular; el naval; el aeroespacial, el de la digitalización del agua, así como otro de semiconductores y microchips, que Sánchez aprobará la próxima semana.