Paco Rabanne, el `metalúrgico' que revolucionó el mundo de la moda
El transgresor modista español fallece en Francia a los 88 años
No era un diseñador, sino un metalúrgico». Coco Chanel se refería a él con estas palabras, debido a sus vestidos con metal, plástico o aluminio. El innovador diseñador de moda Paco Rabanne falleció ayer a los 88 años en Portsall (Francia). A pesar de llevar casi 20 años alejado de las pasarelas, su deceso supone el adiós de una de las figuras que revolucionaron el mundo de la moda en la segunda mitad del siglo XX. Galardonado en 1990 con el premio Dé d'Or -el más importante de la alta costura- y en 2010 con el Premio Nacional de Diseño del Ministerio de Cultural, su nombre estuvo a la altura de los de Yves Saint Laurent, Coco Chanel y JeanPaul Gaultier.
Francisco Rabaneda y Cuervo nació en 1934 en la localidad guipuzcoana de Pasaia. Tras el estallido de la Guerra Civil y la ejecución de su padre, un coronel republicano, se exilió a
Francia con su madre. Apenas tenía 5 años cuando cruzaron a pie los Pirineos y se instalaron en la Bretaña, una tierra de acogida que le acompañaría el resto de su vida. Con 17 años se fue a vivir a París para estudiar arquitectura en la Escuela Nacional de Bellas Artes. En el Barrio Latino, descubrió las neovanguardias artísticas que afloraban, como el arte cinético y el pop. Para financiar sus estudios, empezó a hacer sus primeros diseños de corbatas, botones y joyas para casas de alta costura. Se abrió puertas en ese universo gracias a los contactos de su madre, que había sido la mano derecha de Cristóbal Balenciaga.
«El mundo se encuentra en plena mutación y la moda está estancada en un inmovilismo lamentable. [...] Este fue el germen de mi voluntad de presentar una colección de alta costura con el espíritu de los dadaístas. Es decir, con una voluntad de provocación y revuelta», aseguraba en su libro Trayectoria,
publicado en los años 90. Estas ansias de innovación quedaron reflejadas desde 1965 con el lanzamiento de una colección de joyas fabricadas con el plástico denominado Rhodoïd.
/ APASIONADO DEL ESOTERISMO Un año después, se estrenó con su primer desfile en el que presentó 12 vestidos hechos con el mismo material innovador. También rompió moldes al mostrarlos con modelos negros que se movían siguiendo el ritmo de la música del compositor neovanguardista Pierre Boulez. Esa demostración generó furor y desde entonces no dejó de transgredir en el arte de la moda. No obstante, su estilo se basaba en un principio más bien simple. «Hago vestidos sencillos con materiales extraños, mientras que otros imaginan formas extravagantes con tejidos clásicos», explicó en 1995 a `Paris Match'. Sus diseños con plástico, aluminio, hormigón y fibra óptica no solo influyeron en la alta costura, sino también en otras disciplinas artísticas, como el cine o la música. Colaboró con el cineasta Jean-Luc Gordad con la película `Dos o tres cosas que yo sé de ella' y con Roger Vadim en `Barbarella'. La cantante Françoise Hardy llevó uno de sus vestidos en la portada de un álbum.
En 1968, firmó un contrato con el grupo Puig para lanzar la serie de perfumes `Calandre' y la empresa catalana adquirió en 1986 la casa de alta costura Paco Rabanne. A partir de los años 90, el diseñador, que era un amante de la música africana, se dedicó cada vez más a otra de sus pasiones: el esoterismo. Fue habitual verlo en platós de televisión haciendo cábalas y pronósticos extravagantes, como el hipotético accidente de la estación espacial rusa Mir que debía caer sobre París en agosto de 1999. Esas predicciones le valieron numerosas burlas, pero eso no lo privó de haber sido un visionario en el mundo de la moda, desde la innovación con los materiales hasta la transformación de los desfiles en `performances'.