Comienza la plantación de tomates pero con limitaciones por la escasez de agua
La falta de lluvias lastra la preparación de la tierra y obliga a regar más pronto
Las industrias han incrementado en más del 20% los contratos para esta campaña
Los productores de tomate para industria de la región ya han comenzado con las labores de trasplante tras haber realizado labores de preparación de tierras durante las semanas anteriores. Todo de cara a una campaña que se presenta dura, aunque no con las mismas restricciones en cuanto a superficie y riego del año pasado. Cabe recordar que los agricultores de la zona regable del Canal de Orellana tuvieron que hacer frente a un recorte de un 60% de la superficie destinada a este cultivo ante la falta de agua.
Este año la situación es diferente, aunque no es boyante a tenor de los datos, sobre todo en esta zona regable. En esta campaña, los agricultores de tomate para industria de Vegas Altas podrán llevar a cabo un 60% de la superficie, mientras que los de otras comunidades de regantes, como los del Canal del Zújar, podrán plantar el cien por cien. Por su parte, la Comunidad General de Usuarios del Canal de Orellana confirmó la pasada semana que la próxima campaña de riego dispondrá de un 70% de la dotación que correspondería en un año normal.
Todo esto hace que los productores afronten la campaña de este año con cierto temor en cuanto al agua. Y es que el hecho de que no haya llovido en los últimos meses de manera adecuada hace que las condiciones del terreno para realizar las tareas de trasplante no sean las más adecuadas. Así lo explica Francisco Parejo, ingeniero técnico agrícola, quien apunta que «lo que se planta en el día hay que regarlo detrás». E incluso apunta que «algunas parcelas las hemos que cambiar y hacer otro tipo de labores porque la tierra está hecha harina y en ahí las máquinas ni plantan», detalla.
En la misma línea, Herminio Íñiguez, agricultor y presidente de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Villanueva de la Serena (Agryga) agrega que «las tierras están secas» porque no ha llovido en los últimos meses y que incluso algunos agricultores han optado por plantar por las tardes para que la planta no sufra. «Algunos lo que están haciendo es plantar y poner el riego por goteo detrás. Esa es la consecuencia de que no haya llovido», explica Íñiguez, quien además sostiene que esta circunstancia «nos complica la vida». «Lo más grave es que en un año con escasos recursos de agua ya estamos empezando a regar», manifiesta.
Los productores ven con buenos ojos el precio de 150 euros por tonelada fijado para esta campaña
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EL PRECIO, LO POSITIVO A las puertas del a campaña, la nota positiva la deja la subida del precio que recibirán los productores por cada tonelada de tomate que cosechen a partir del mes de julio. Tras las negociaciones con las industrias, el precio acordado para la contratación es de 150 euros de media, aunque desde organizaciones como Agryga pedían 166 euros por tonelada. «150 euros es un precio ajustado y no es para tirar cohetes, ya que los costes han subido mucho, pero al menos este año la subida del precio es significativa y estamos jugando ya en igualdad de condiciones», manifiesta Herminio Íñiguez.
Se prevé que la campaña de plantación se extienda hasta mediados del mes de mayo.