Extremadura tiene potencial para 164 plantas de producción de biometano
Podrían generar casi 12,8 TWh/año, lo que cubriría en un 473% la demanda de gas de la región
España cuenta con potencial para construir 2.326 plantas de producción de biometano que generarían alrededor de 163 teravatioshora (TWh) al año. Esta cifra permitiría cubrir en torno al 45% de toda la demanda nacional de gas natural y su desarrollo podría haber supuesto un ahorro de unos 4.000 millones de euros a los consumidores en su factura energética durante 2022 por la reducción de las compras a países
terceros.
Estas son algunas de las principales conclusiones del informe `Estudio de la capacidad de producción de biometano en España', elaborado por la Asociación Española del Gas, Sedigas, en colaboración con PwC y la consultora especializada Biovic. De acuerdo a este informe, Extremadura tendría capacidad para poner en marcha 164 plantas, con una producción de 12,78 TWh, un 7,8% del total nacional, apareciendo como la sexta comunidad autónoma con mayores posibilidades de desarrollo de esta energía. Por delante quedarían, por este orden, Castilla y León, Andalucía, Castilla-La Mancha, Aragón y Cataluña.
El biometano está considerado como el hermano pequeño del gas natural. Tienen características análogas y prácticamente los mismos usos, aunque con la fundamental diferencia de que el primero sí se considera un combustible renovable. En su proceso de fermentación, los desechos biológicos, los cultivos energéticos, los lodos de aguas residuales o los residuos orgánicos domésticos e industriales liberan biogás que, una vez refinado en un tratamiento conocido como `upgrading', que consiste en la concentración y purificación del metano con el fin de aumentar su proporción, se inyecta a la red de distribución.
En diciembre pasado se avanzó que el grupo Oleofat pondrá en marcha en Don Benito la primera planta de biometano en Extremadura, con una inversión de unos 15 millones de euros. Se quiere que esté operativa en 2024.
Las 164 plantas previstas en Extremadura requerirían de una inversión de 3.224 millones de euros, a los que habría que sumar otros 338,5 millones en redes de gas. Crearían 1.592 puestos de trabajo directos asociados a la operación y el mantenimiento y otros 3.150 de carácter indirecto.
Por tipo de residuo, 94 de estas instalaciones funcionarían a partir de los agroindustriales, de los procedentes de las Estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) o de los vertederos de desechos sólidos; 54 emplearían los denominados cultivos intermedios como materia prima; y las otras 16 transformarían restos de biomasa forestal.
LIGADO AL MUNDO RURAL
región es la sexta con unas mayores posibilidades de desarrollo de este gas renovable
«El principal / valor de este gas renovable reside en que sus posibilidades de desarrollo son especialmente palpables en sectores de difícil electrificación por la naturaleza de sus actividades y en que permite el aprovechamiento de multitud de residuos, solucionando el problema de gestión existente en España e impulsando, por tanto, la economía circular», se argumenta desde la patronal Sedigas. Igualmente, se recalca que su desarrollo está «íntimamente ligado al mundo rural», ya que los residuos ganaderos y agrícolas son una de las principales materias primas a las que se recurre para su producción.