El Gobierno convoca la Mesa de la sequía para el 19 de abril
Las organizaciones agrarias extremeñas solicitan reunirse también con la Administración autonómica para analizar la situación en la comunidad
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) convocó ayer una nueva reunión de la Mesa nacional de la sequía para el próximo 19 de abril tras la petición realizada por organizaciones agrarias y comunidades autónomas preocupadas ante la falta de lluvias. El subsecretario de Agricultura, Pesca y Alimentación, Ernesto Abati García-Manso, emplazó al encuentro, que él mismo presidirá, con el fin de evaluar la incidencia de la sequía en el sector agrario, dar seguimiento al último encuentro técnico e intercambiar información con los sectores afectados. Según informó el ministerio a través de una nota, están llamadas las organizaciones profesionales agrarias, las cooperativas agroalimentarias y las comunidades de regantes, además de representantes de las comunidades autónomas y de los ministerios de Agricultura y de Transición Ecológica y Reto Demográfico.
Los participantes en la reunión abordarán la situación de sequía que existe desde el año pasado y la evolución climática, su incidencia en cultivos y ganado, así como el estado de las reservas de agua en los embalses y las propuestas de actuación.
Las organizaciones agrarias extremeñas valoraron ayer favorablemente esta convocatoria, aunque también coincidieron en la necesidad de mantener un encuentro con la Administración autonómica para analizar cuál es el impacto real de la sequía en el
sector agrario extremeño y para consensuar posibles medidas destinadas a atenuar sus efectos.
«Nos parece absolutamente acertado que se convoque la Mesa de la sequía. El panorama es muy complicado y muy grave ya, con sectores que han sufrido pérdidas irreversibles», esgrimió Ignacio Huertas, secretario general de UPA-UCE. En su opinión, es el momento de «sentarse y empezar a hablar de medidas y, sobre todo, de presupuesto», una vez que los agricultores y ganaderos están «muy agotados económicamente» tras sufrir en sus bolsillos las secuelas del covid, de la crisis energética y ahora de la climatología. No obstante, y «ante las dimensiones que parece que va a tener esto», defendió que «las comunidades autónomas deben
implicarse» también y solicitó que «cuanto antes» se mantenga una reunión con el Ejecutivo extremeño «para analizar la situación» y acordar «un planteamiento lo más unificado posible» desde la región.
«A la espera todavía de ver cuáles son las soluciones que se trasladan» desde el ministerio, también Juan Metidieri, presidente de Apag Extremadura Asaja, calificó de «positiva» la convocatoria del departamento que dirige Luis Planas, si bien afirmó que es igual de «indispensable» que se reúna la mesa de la sequía regional». A través de ella se podría hacer, argumentó, «un diagnóstico exacto «del grado de afectación» que padecen los distintos cultivos y actividades ganaderas en Extremadura y también consensuar una postura común para defender en Madrid. «Lo hemos solicitado por escrito a la Junta antes de Semana Santa» aunque de momento, criticó, «no hemos tenido respuesta».
En esta misma línea, desde La Unión Extremadura se exigió «la convocatoria urgente de la mesa de la sequía en Extremadura para estudiar apoyos» a un sector «castigado por segundo año consecutivo» y paliar el «desastre que se avecina». «El ministerio y las administraciones regionales se tienen que poner las pilas. Los daños a la producción pueden ser históricos. En 2022 se alcanzó una situación límite y si en 2023 no llegan ayudas directas, van a cerrar muchas explotaciones», pronosticó Luis Cortés, coordinador de La Unión Extremadura.
Esta organización / cifra en más de 240 millones de euros las pérdidas por la sequía. «La práctica totalidad de los cultivos de secano, o bien se han helado, o se han secado», se aduce. Así, en las más de 192.000 hectáreas sembradas de cereal de invierno (trigo, cebada, avena y triticale, principalmente) el daño afecta a «casi el 100% de la cosecha», y la mayor parte de ellas no se van a recolectar ya que «el valor de la cosechadora es superior a la escasa» producción que se podría obtener. En el caso de las más de 10.000 hectáreas de proteaginosas, «muchas de ellas sembradas para cumplir los ecorregímenes de la PAC», o bien «ya se han volteado o lo haremos en los próximos días». Y en a cuanto a la ganadería, «empieza» a existir escasez de pasto» aún en plena primavera. Con unos piensos muy caros y la falta de cereal y paja para cubrir las necesidades alimentarias del ganado en los próximos meses, la situación puede acabar siendo «dramática».
«No solo es la sequía, es toda la climatología tan adversa que hemos tenido en lo que llevamos de año. Esta campaña puede ser nefasta», resumió por su parte Juan Moreno, presidente de COAG Extremadura. «El cereal está prácticamente perdido», incidió. En las dehesas del suroeste de la provincia de Badajoz «están sin agua» y solo en las de la provincia de Cáceres, donde las lluvias de diciembre fueron más copiosas, la coyuntura es algo mejor. «Por si fuera poco», los productores de tomate están comenzando ahora los trabajos de plantación con una «tierra que está completamente seca» lo que obliga a regar antes o «inmediatamente después» de esta labor, recurriendo así antes de lo previsto en las zonas de regadío a un recurso que esta campaña va a ser escaso.
Desde la Consejería de Agricultura extremeña se replicó ayer que «la figura de la Mesa de la sequía no existe a nivel regional, ni se contempla en la Ley Agraria extremeña», y sobre la posibilidad de reunirse con las organizaciones agrarias para abordar esta situación, se informó que, «a día de hoy», es algo que «no está previsto».