Barcelona y Badajoz se unen a través de un intercambio de orquestas
El Hospital Centro Vivo acogió ayer el concierto de clausura del programa
«Ha sido la primera experiencia pero esperamos tener muchas más, el programa ha sido un éxito». Con estas palabras sentenciaba Josep Martínez Reinoso, profesor del Conservatorio Juan Vázquez.
El pasado mes de marzo, alrededor de 30 alumnos del centro pacense de entre 12 y 20 años viajaron a Barcelona para conocer a sus homónimos catalanes del Conservatorio Blai Net. Durante unos días convivieron en ensayos pero también en casa: las familias catalanas les acogieron en sus hogares. «Se han hecho muy amigos, eso ha sido lo realmente interesante. Son estas cosas que habíamos antes del Covid y que tenemos que recuperar», explicó el profesor.
A Guada Benítez, música pacense, `le tocó' dormir en casa de Ainoa Muñoz. «No nos conocíamos de nada pero yo me sentí como en casa. Soy tímida y estaba nerviosa, pero la orquesta nos acogió muy rápido y ella, aún más. Su familia y ella me trataron fenomenal», contaba entre risas la pacense. Ainoa, por su parte, apuntaba que aunque la diferencia de edad entre ellas es de cinco años, apenas se notaba. «Tenemos los mismos intereses y nos entendimos muy bien desde el primer momento». Ambas estaban deseando que se produjera el reencuentro en tierras extremeñas.
La expedición catalana llegó el viernes a Badajoz. Durante el día de ayer estuvieron haciendo turismo en la ciudad: visitaron la Catedral Metropolitana de Badajoz y la Alcazaba. Después estuvieron en el conservatorio haciendo los respectivos ensayos para el concierto de
la tarde. «Esta es otra de las partes interesantes y emocionantes del proyecto. Ellos, todos, han conocido ciudades que no habían pisado antes. Hasta Extremadura, además de los chicos, han venido familias a conocer nuestra tierra o revisitar la de sus abuelos. Este también es el poder de la música», decía Josep.
El concierto de clausura del programa tuvo lugar en El Hospital Centro Vivo y registó un `lleno total'. La primera pieza fue una sardana interpretada por la orquesta catalana. La pacense cogió el relevo con la segunda obra. Después, la traca final: tocaron juntos
piezas en las que han estado trabajando de forma paralela en sus respectivos conservatorios.
No solo los maestros se dieron cuenta del potencial de este intercambio, los propios chicos hablaban entre ellos de hipotéticas colaboraciones futuras. ¿Se ha plantado el germen de algo que puede convertirse en una interesante colaboración a largo plazo? Ainoa y Guada lo tienen claro. «Claro, ¡yo espero que sí!», exclamaban.
El concierto, como es lógico, terminó con eternos aplausos. «La amistad que hemos creado no va a terminar», decían ellas.
La orquesta del Conservatorio Juan Vázquez viajó a Barcelona en marzo. Ahora es la anfitriona