La escabechina
Con la boca abierta y los ojos como platos se han quedado algunos esta semana al conocer la composición de la candidatura del PP para las elecciones al Ayuntamiento de Badajoz. Sorprendidos no por los nombres nuevos que aparecen -que son muchos y variados-, sino por los que desaparecen, después de años ejerciendo, trabajando y viviendo de la política municipal: una auténtica escabechina que los del entorno no esperaban y, sobre todo, no habían previsto los afectados. Con la boca abierta, los ojos como platos y la lagrimilla a punto de asomar se han quedado.
Nombres consolidados en el gobierno municipal, que llegaron al ayuntamiento arropados por el ya histórico Miguel Celdrán y conservó después su sucesor, Francisco Javier Fragoso, han tenido que escuchar de boca del cabeza de lista, ex de Ciudadanos, Ignacio Gragera, y de su segundo de abordo, el popular Antonio Cavacasillas, cómo el PP no va a contar con ellos, al menos como representantes de los pacenses en la corporación que los representa. Está por ver si su partido les encontrará algún otro hueco como recompensa a su lealtad. Traducción: gracias por los servicios prestados pero ya no nos servís para esta nueva etapa.
Una etapa de renovación con gente «que venga a sumar con la ilusión del primer día», dijo Gragera durante la presentación de la candidatura del PP que él encabeza y donde no se olvidó de dar las gracias a aquellos que durante años tanto han trabajado por la ciudad, cuyos nombres no mencionó.
Ninguno de los que entró con Celdrán y todavía aguantaban en sus despachos tras ser respaldados por Fragoso sirven a Gragera y al PP para la nueva revolución que quieren impulsar en la ciudad. Es ese el motivo o que al cabeza de lista de su partido, que tenía otro partido hasta hace cuatro meses, no le convencen sus gestiones o sus errores. Así, esta semana han recibido la carta de despido Paloma Morcillo (concejala de Cultura, a la sazón responsable de las escuelas municipales de música y de las bibliotecas de barrio), Francisco Javier Gutiérrez Jaramillo (concejal de Ferias y Fiestas, a la sazón responsable de la última y multitudinaria edición del Carnaval), Jesús Coslado (responsable de Parques y Jardines y también de Transportes, a la sazón del servicio que presta Tubasa) y Blanca Subirán (concejala de Ifeba, a la sazón responsable de todo lo que ha venido sucediendo en la institución ferial).
Puede que no sea justo que sirvan de cabezas de turco de errores cometidos que no solo a ellos competen. Puede que hayan sido otros servicios que de ellos no dependen los que han limitado o entorpecido su capacidad de acción. Después de tantos años habrán apuntado en su agenda más logros que fracasos, pero los errores desequilibran la balanza. Muchos en su entorno están que trinan. No es de extrañar, sobre todo por las formas, porque les han dicho que no van a estar a pocas horas de que se sepa quiénes sí están. Temían que los llamasen al despacho sabiendo ya con lo que se habían encontrado los primeros en recibir el aviso. Uno tras otro han ido pasando para conocer la buena nueva. Pero como dice Jesús Coslado: cuando entras en política debes ser consciente de que puedes estar días o años y es necesario remover la olla para que los garbanzos de abajo suban. Coslado se está preparando las oposiciones de Secundaria porque nunca se sabe y mira por dónde.
Cuántos ha habido y habrá que cuando les llega la hora de dejar la política, a la que llevan años dedicados, no saben dónde meter cabeza, aunque durante todo este tiempo presumieran de que tenían la vida laboral resuelta fuera. Cuando topan con ese momento no son capaces de reengancharse y siguen pululando por los pasillos rogando un hueco al partido, añorando aquellos tiempos en los que gozaron de su cachito de poder que de repente se ha esfumado. Como ocurre con el amor y el odio, desde el poder que otorga la política solo hay un paso a la indiferencia. Es mejor ser consciente para estar preparado.
Como ocurre con el amor y el odio, desde el poder que otorga la política solo hay un paso a la indiferencia