Abertura pide a su Cristo que llueva
Hacía años que la talla no procesionaba por el pueblo
La sequía no solo hace aflorar viejos monumentos que quedan al descubierto con el descenso del caudal del agua, sino que también agudiza el ritual de las rogativas y las plegarias, que incluyen procesionar cristos y vírgenes.
No es baladí esta cuestión ritual que se remonta a tiempos muy pasados, puesto que los científicos estudian las sequías de siglos anteriores con la frecuencia de estos ritos religiosos. Ahora, el pequeño pueblo de Abertura en Cáceres (cerca de Logrosán pero que pertenece a la Diócesis de Plasencia) ha sacado en procesión a su Cristo para pedir que llueva. «Estamos atravesando por unos primeros meses del año más cálidos de lo normal. Las altas temperaturas, impropias de estas fechas, se trasladan también a la falta de lluvias, por otro lado, habituales en el mes de abril no hace mucho; tal y como rezan los dichos populares», según apunta la diócesis placentina.
Por este motivo, los fieles y habitantes de Abertura «han decidido sacar en procesión a su Cristo en espera de que obre un cambio y lleguen las lluvias tan necesarias para todos; en especial, para la agricultura, cuyas cosechas están ya en peligro y, algunas de ellas, ya se han perdido ante la falta de humedad.
La comunidad realizó la rogativa con la oración “Agua Señor” mientras procesionaba por los campos del pueblo, circunstancia que no se producía desde hace años.
«Hacía años que no se sacaba el Cristo, pero la ocasión, sin duda, lo merece. Y todos los fieles y vecinos del municipio se volcaron en la procesión y en las rogativas», subrayan desde la diócesis placentina, que anuncia esta nueva batalla para el Cristo de Abertura contra la pertinaz sequía tan dañina para el campo extremeño.