«Me encanta la universidad, pero me gusta más entrenar»
Entrenador de fútbol y nuevo decano de Ciencias del Deporte
Para Tomás García Calvo (Holguera, Cáceres, 4 de julio de 1978) ser entrenador de fútbol es lo más. Incluso por encima de su condición de profesor de universidad y, desde hace muy poco, decano de Ciencias del Deporte, circunstancia que asume con indisimulada ilusión. Este técnico-catedrático (el orden da igual) de verbo fácil y perfil abierto propone aquí sus ideas de las dos facetas.
¿Qué hubiera preferido ser ahora: entrenador de Primera División o decano de la Facultad de Ciencias del Deporte de la Uex?
– – Muy buena pregunta. Reconozco que ser entrenador para mí es mucho. Me encanta la universidad, mi trabajo como profesor, poder colaborar y ahora como decano, pero a mí lo que más me gusta es entrenar y lo que más me ha gustado en mi vida ha sido ser entrenador de fútbol. En las charlas que doy en masters, mi primera reflexión es: `soy profesor de universidad accidental, porque yo realmente me siento entrenador'. He hecho dos carreras, el doctorado y más cosas, pero siempre pensando en mejorar como entrenador. La vida te pone condicionantes y colaboro con clubs de Primera de otras maneras en investigación para ayudarles. Nunca he dejado de tener mono de fútbol.
– ¿Este cargo le retira definitivamente de los banquillos?
– No. Soy joven todavía y me queda margen. Mi idea es volver a engancharme al fútbol, supongo que cuando termine mi mandado, aunque no sé si renovaré o no, ya sea como entrenador o en otra perspectiva. Hay una figura profesional como el de analista de datos que en la Premier está muy considerada y que se está empezando a desarrollar en España. Es un perfil de alguien que esté puesto al día en nuevas tecnologías, dominio de estadísticas, que es un perfil que yo doy, y también para ello hay que saber de fútbol, que ese no sé si lo cumplo, jejeje.
– De toda su experiencia, ¿por qué no ha sido técnico del Cacereño?
– En su momento no se ajustó la opción de que yo estuviera libre o que el Cacereño tuviera interés en mí. También el fútbol tiene poca memoria, y las fases se pasan: a mis alumnos yo les digo que fui entrenador y seguramente casi todos ellos no lo saben. Hace ya bastante tiempo que dejé de serlo y no tienen esa noción. Hace seis años que entrené por última vez, y fue al Arroyo.
– ¿Qué opina sobre el actual estado del fútbol extremeño?
– Desgraciadamente no cambia mucho. Seguimos olas y hay fases, pero me gustaría, como a todo el mundo, que estuviera mejor que lo que está. Tenemos a dos equipos en la tercera categoría a nivel nacional, que es buena, pero me da pena que no tengamos más arriba siempre. Hace muchos años que lamentamos que Extremadura no tenga un equipo en una liga profesional. Te queda la espinita de que haya un proyecto más sólido. Siempre estás en la cuerda: este año bien, pero… Está claro que a nivel económico somos lo que somos y como región no tenemos potencia a nivel privado, que dependemos mucho de ayudas públicas, pero creo que hay un margen. En cuanto a la organización del deporte base, se ha mejorado y ha evolucionado mucho lo que es el fútbol en la base, pero también creo que se necesita una estructura que hay que modificar, adaptarse y mejorar. Es complicado con nuestra geografía y la poca población que tenemos, pero entiendo que se debería fomentar más que jugadores con determinado nivel se quedaran aquí. Ya lo decíamos hace 20 años: el jugador que quiere progresar tiene que salir a un club de cantera, de Sevilla, Madrid… una pena.
– ¿Su diagnóstico de la Facultad de Ciencias del Deporte?
–Tenemos una facultad con un potencial enorme, a nivel tanto de recursos, como de instalaciones como a nivel humano. De hecho, creo que es sabido (aunque algunas veces parezca que solamente lo sabemos nosotros) que estamos de los primeros en los rankings, como los de Shangai, de periódicos que hacen rankings sobre mejores facultades. Siempre estamos entre los números uno, ya no solamente de España, sino del mundo, y esto quiere decir que tenemos muy buenos profesionales e instalaciones. Lo que hay que solucionar siempre viene por la misma línea: es necesario un poco más de inversión por parte de la administración. Tenemos muchos gastos, y es necesario mejorar determinadas infraestructuras. Es el caso, por ejemplo, de la piscina, que con la subida de la energía, es un gasto altísimo. Vamos a intentar que tenga más vida la facultad, abriéndola a la sociedad, y que no solamente disfruten de ella los estudiantes, sino que también lo hagan las asociaciones deportivas y por otro lado buscar estrategias para tener más recursos para generar más actividades.
– ¿Qué cree que puede aportar y no aporta su facultad al deporte extremeño?
– Siempre lo han dicho también mis antecesores en el cargo, pero luego es difícil llevarlo a cabo: que haya más vinculación de la universidad con la sociedad. Al final tenemos unas instalaciones (laboratorios, instalaciones deportivas, personal con mucha cualificación, estudiantes con prácticas) pero a veces esto no llega a la sociedad, al día a día de los ciudadanos. Eso hay que trabajarlo. Con las federaciones deportivas tenemos algunas cositas hechas, pero yo entiendo que se pueden hacer muchas más cosas, a nivel de investigación, prácticas, asesoría... Extremadura tiene la suerte de tener una facultad puntera en el mundo y me da pena que no se esté utilizando lo que se debería.
– ¿Considera que se aprovecha el potencial o falta mucho?
– Falta. Hay cosas que se hacen, y afortunadamente hay colaboraciones y convenios que se realizan, pero es verdad que se podían hacer muchas más. Es cierto que es complicado por los temas burocráticos, de gestión y de organización, que no dependemos solamente de nosotros porque hay estamentos por encima que te determinan qué es lo que puedes y no puedes hacer, pero creo que se debería aprovechar más. Y en eso me gustaría abrir las puertas.
– ¿Qué va a cambiar usted?
– No sé si cambiar es la palabra, pero sí potenciar que haya más colaboraciones con entidades externas: federaciones deportivas, que hacen cosas con entidades privadas que si las hicieran con nosotros seguramente les saldrían más rentables o investigaciones que se están haciendo demasiado aisladas… Lo que dije antes: voy a dejar las puertas abiertas tanto para el personal de aquí que tenga iniciativas como profesores o estudiantes como por supuesto asociaciones o federaciones o todo el que quiera hablar. Hablar es gratis, y después hay que ver qué tipo de acuerdo se pueden generar, pero me gustaría que esta facultad tenga más relación con la sociedad.
Usted es un investigador de larga experiencia, con un grupo muy activo. ¿Qué futuro tiene en Ciencias del Deporte?
– – Soy también presidente de la Asociación Española de Ciencias del Deporte. Creo que la investigación es fundamental, y esto ha hecho que el deporte haya evolucionado tanto en nuestro país en los últimos años a todos los niveles: gimnasios, actividad física, empresas… hay una concepción importante no solamente para tu estado físico, sino para tu salud en general. También con la salud mental. Hay muchos estudios que demuestran los beneficios del deporte como medicina. Quizás la clave está en vincular esa investigación a la sociedad, por incidir en lo que habíamos comentado antes. A veces se hace investigación un poco alejada de las necesidades
«Me gustaría abrir las puertas de la universidad para aprovechar así su gran potencial»
de la gente. Y nosotros, los investigadores, nos debemos a la sociedad en mejorar esa relación.
– ¿Qué le diría a un estudiante que duda sobre si matricularse o no para que finalmente lo haga?
– Siempre soy sincero en esto. Suelo participar en las ferias educativas con preguntas de los estudiantes. Siempre les digo: `estudia lo que te apetezca estudiar. No pienses en el futuro sobre si vas a tener más o menos salidas profesionales. Al final, si no te gusta lo que estás haciendo, está mal. Si tienes un perfil que te gusta el deporte, la parte más científica, la académica o si piensas que no sé si me gusta un partido de fútbol pero sí cómo funciona eso, creo que te viene bien y que tu carrera es Ciencias del Deporte'. Es mucho más fácil encontrar una salida profesional cuando te gusta, ya que te vas a esforzar más y lo vas a tener más claro. Afortunadamente, hay muchísimas facultades (cuando yo estudiaba eran 8 y ahora hay 50) por toda la explosión que ha tenido y los estudiantes siguen encontrando perfiles. Si es así, que se vengan para acá.