El adiós de un señor del fútbol
Carlos Andújar anuncia que el del sábado en Montehermoso con el Arroyo será su último partido «Pondré fin a una etapa única e irrepetible de mi vida», dice La retirada la tenía decidida desde el pasado verano
«Ha llegado el momento, lo tenía muy claro», dice Carlos Andújar (Villagonzalo, 11 de abril de 1989), un señor del fútbol que este sábado jugará el último partido de su carrera. La decisión, desvela, estaba tomada desde el pasado verano y esa tranquilidad de conocer el final del trayecto le ha permitido disfrutar al máximo esta temporada en el Arroyo, un club que reconoce como muy especial en su carrera.
Incluso se le pasó por la cabeza dejarlo ese mismo verano tras su salida del Cacereño. Pero el feo final que había tenido en el conjunto verde, acosado por las lesiones y una durísima derrota en la fase de ascenso, le animaron a seguir al menos un año más. Quiere despedirse de este deporte que es su vida con las mejores sensaciones, «volver a la esencia del fútbol. Todo este año he estado disfrutando de lo que ya sabía», cuenta unas horas después de haber hecho pública su decisión y tras una mañana en la que, confiesa, no ha parado de sonar el teléfono.
Carlitos, su nombre deportivo durante muchas temporadas, dirá adiós al fútbol con solo 34 años. Sabe que podría seguir. Al menos físicamente. Pero las lesiones de las últimas temporadas le han desgastado mentalmente. Por eso, cree, es hora de cerrar un etapa. Y abrir otra. Ese nuevo camino, explica, no tiene por qué separarle del fútbol. Su otra pasión es enseñar, en un colegio (el diplomado en Magisterio
en la rama de Educación Física), y en un campo de fútbol, entrenar, a niños («me encanta el fútbol de formación») y a adultos. «Tengo muy claro que voy a pelear por las dos cosas».
Caerse y levantarse
«El fútbol me ha enseñado muchas cosas, pero una por encima de todas: está permitido caerse, pero es obligatorio levantarse». Así concluye la carta de despedida de Andújar. Y no podía ser de otra manera tras una carrera que el define como un continuo caerse y le
vantarse. «No ha sido fácil tener que lidiar con esto, con volver a tener que demostrar que estás bien, mantenerte vivo. Pero es de lo que más orgulloso me siento», cuenta.
«Los que tenemos la suerte de hacer de nuestra pasión nuestra profesión somos tremendamente afortunados. Cuando salí de Villagonzalo jamás pensé que jugaría en estadios como Anoeta o que metería goles en el Carranza, el Carlos Belmonte o el Cartagonova», escribe en su emotiva carta de adiós, donde habla de «humildad, dedicación y resiliencia» como los pilares que le han permitido convertir su sueño en realidad. «Echo la vista atrás y siento una enorme satisfacción del camino recorrido hasta aquí». «He vivido momentos increíbles, me quedo con todos los buenos». Y de los malos, esas lesiones que a veces le han atormentado, recalca que le han hecho más fuerte, «me han moldeado como persona».
Se siente orgulloso de su carrera, de «haberlo intentado siempre». Y ahí habla de lo que se denomina el entrenamiento invisible y que el describe como haberse cuidado al milímetro. «He sido siempre muy profesional, no me puedo reprochar nada». Eso lo sabe sobre todo, indica, su familia. Y por eso en la nota de despedida da las gracias «especialmente» a su mujer, Laura, «por acompañarme a cumplir mi sueño. Sin ti no hubiera sido posible. Sólo tú sabes cómo lo he disfrutado y lo he sufrido a partes iguales».
Villagonzalo, Extremadura, Mérida, Miajadas, Arroyo, Algeciras, Fola (Luxemburgo), Villanovense y Cacereño son los clubs que han disfrutado del talento de este menudo extremo en los últimos 16 años. En alguno ha estado en más de una etapa.
Un par de entrenamientos y un partido. Eso es lo que le queda («ya se me ha caído alguna lágrima esta semana», confiesa). Lo que hace ya muchos años comenzó en el club de su pueblo, en Villagonzalo, terminará este sábado en Montehermoso, donde juega el Arroyo y Carlos Andújar, Carlitos, pondrá el punto y fina a una etapa de futbolista que ha vivido con pasión.
Arroyo, Cacereño Villanovense, Fola Algeciras, Miajadas, Mérida, Extremadura y Villagonzalo, sus clubs