La danza se hace visible en la calle
De dos academias de baile exhiben coreografías de distintos estilos en San Francisco
El baile tiene tantas formas como cuerpos existen. Ayer, en el templete del paseo de San Francisco, decenas de niños y jóvenes sacaron a la calle la belleza de la danza, a través de coreografías de muy distintos estilos. Lo hicieron convocados por sus academias, Coppelia y Zaida Ortiz, con motivo del Día Mundial de la Danza, que se celebra el 29 de abril.
Cada uno de estos centros tiene más de 170 alumnos. Coppelia funciona desde hace 32 años «en el mismo sitio, sin movernos de Valdepasillas». Tantos años han permitido que «tengamos segundas generaciones», contó Mariluz Márquez. Algunas madres siguen bailando con este centro. «Tenemos una alumna profesora de instituto, otra que está terminando Medicina, otra que ha acabado Matemáticas, tenemos gente muy mayor». El centro de Zaida Ortiz, por su parte, lleva 10 años funcionando y creciendo.
La actividad de ayer pretendía sacar a la calle la danza, una disciplina que practican en el interior de las academias, de la que solo salen para exhibirse en el teatro López de Ayala, «pero es una actividad muy endogámica, porque solo van familiares», mientras que el paseo de San Francisco está abierto a todo el que pasa y se detiene. Además, bailaron distintos estilos, desde ballet clásico a danza moderna, contemporánea, urbano, jazz, folklore, latino, «de todo». «Intentamos que ellos muestren todas las disciplinas que puede haber dentro de la danza, aunque seguramente faltan muchas y como es una celebración lo hacemos al aire libre y gratuito», señaló Zaida Ortiz. «Es una forma de dar visibilidad, dejar que la gente disfrute y que los alumnos hagan cosas que normalmente no hacen en clase, que ellos escojan la música y que participen más». Las 17 coreografías (incluido el vestuario) se prepararon específicamente para el día de ayer.
La exhibición en la calle además permite comprobar un desequilibro que persiste: la escasa presencia de niños en la práctica de esta disciplina artística. Ayer había bailando solo cinco. «A los niños los conquistas, el problema es qué personalidad debe tener ese niño para luchar porque la sociedad se lo pone muy complicado». Lo es. «Nosotros tenemos niños que van a ballet y en el colegio dicen que van a inglés». Triste. Para cambiarlo solo hay un camino, que Mariluz Márquez tiene claro: «educar y éste es el mejor método: que la gente vea que hay niños bailando».