Inteligencia artificial y verdad
El padrino de la Inteligerncia Artificial (IA), Geoffrey Hinton, abandona Google, reconoce que es imposible evitar que los malos la usen para cosas malas y asegura que eliminará puestos de trabajo.
La historia se repite. Todo lo bueno que ha logrado el ser humano a lo largo de la historia ha sido utilizado por él mismo para lo malo, como los libros, el fuego, la rueda, el átomo y todos los inventos y descubrimientos que se le ocurran.
Dice Hinton que la IA impulsará la atención sanitaria, por ejemplo, pero también creará oportunidades para las armas autónomas letales, como si fuera la primera vez que eso ocurriera en la historia y no hubieran existido ya la eugenesia o las soluciones final, aprovechando exactas drogas o combustibles que para el bienestar.
El progreso aporta ventajas peligrosas y por eso no debería ser tan difícil acordar guías comunes o un marco regulatorio que combinaran el avance y la erradicación de riesgos para la población. Sé que peco de optimista precisamente ahora, cuando vemos la actitud de Rusia respecto a una posible guerra nuclear, pero la IA es un hecho e intentar frenarla, una ingenuidad que fracasará.
Dicen sus detractores que, dentro de poco, será imposible distinguir
el
La información y respeto a la verdad son irrenunciables aunque convivan con desinformación
lo que es verdad de lo que no. Como si eso no fuera ya el dilema de Pilatos hace dos mil años. Por eso la información y el respeto a la verdad son irrenunciables aunque convivan con desinformación y manipulación. De ahí la urgencia de ser beligerantes en formar el espíritu crítico no solo ante lo impreso sino ante la imagen, pues esta es lo más manipulable que existe.
Una, de momento, distingue la verdad de la mentira. Es verdad que hace más calor que nunca, que el colesterol y el azúcar son nocivos, que Sánchez prometió que no pactaría jamás con Bildu y pactó, que el desplante del gobierno de Madrid al faltón de Bolaños es una falta de educación pero no un crimen. Y por último, que un ser humano lo es desde el momento de su concepción y su madre será dueña de su cuerpo pero no de la nueva vida que late en él. No habrá inteligencia artificial que cambie eso.