¡Inútiles!
Se dice que se conoce a la pareja en el divorcio, a los hermanos en la herencia y a los hijos en la vejez. Y a los políticos en campaña. Porque de repente el moderado ha sacado la patita.
El ahora presidente de la Junta y candidato socialista a repetir en el sillón, Guillermo Fernández Vara, ha recurrido al insulto para atacar al enemigo. Pero no para embestir contra su rival directo, que en este caso sería María Guardiola, sino a uno indirecto, el PP de Badajoz. Ha llamado a sus dirigentes «inútiles» en un acto de precampaña en la capital pacense porque «en cuatro años no han sido capaces de hacer una piscina en la Margen Derecha», un barrio al otro lado del río. La estrategia es intentar ridiculizar su gestión municipal --de la que tanto presumen-en la ciudad más importante de Extremadura.
¿A qué se debe esta salida de tono? Puede haber dos respuestas. La primera es que Vara esté
¿Y ahora? Van a por todas, porque creen que, esta vez sí, tienen la oportunidad
nervioso por los posibles resultados electorales y la inquietud le provoque sobrepasar ciertas líneas que habitualmente no cruza. La segunda, que maneje pronósticos halagüeños de cara al 28M. Y no solo en la Junta, sino también en el ayuntamiento pacense.
Lo cierto es que en las anteriores elecciones a Vara le obsesionaban Cáceres y Badajoz. En ambos municipios ganó el PSOE, pero solo ha gobernado en el consistorio cacereño. En Badajoz se impuso ese famoso pacto de `dos años tú y dos años yo' de PP y Cs.
¿Y ahora? Van a por todas, porque consideran que, esta vez sí, tienen la oportunidad no solo volver a llevarse el mayor porcentaje de papeletas, sino de hacerse con el bastón de mando en este ayuntamiento después de décadas bajo el manto de los populares y un ratito en manos de Cs.