Un príncipe en la calle Santa Lucía
Una placa en la fachada del número 18 recuerda que en este edificio nació a finales del siglo XVIII el valido de Carlos IV A día de hoy la distribución es diferente, ya que se ha dividido y se ha convertido en tres viviendas independientes
Corría el año 1767. En la ciudad de Badajoz, en el seno de una familia noble empobrecida, nació Manuel Godoy. Su casa palacio natal, en la calle Santa Lucía, sigue conservándose en buen estado y con todos los atributos que la identifican.
Su romance con la princesa de Asturias y futura esposa de Carlos IV, María Luisa de Parma, le otorgó bastantes privilegios en la corte. Pero no fue solo por esto, sino también sus grandes dotes como político hicieron que se convirtiera en la persona de confianza del rey de España, obteniendo así el cargo de Secretario de Estado y recibiendo una de las mayores distinciones de la Casa Real, el Toisón de Oro. Fruto de esta confianza, Godoy consiguió la victoria en la Guerra de las Naranjas contra Portugal. Por ello, la ciudad de Olivenza es hoy española tal y como se recuerda en la escultura del noble que existe en la plaza de San Atón, lugar que ocupaba el seminario en el que se formó en sus primeros años.
Además, fue apodado `Príncipe de la Paz' por ser el que aplacó el conflicto existente entre España y Francia al firmar el tratado de Basilea en 1795.
Su casa natal
La casa donde nació Manuel Godoy está en la calle Santa Lucía, cercana al puente de Palmas. No pasa desapercibida, ya que hay bastantes símbolos que la identifican, como la placa de mármol en la fachada que informa de que `En esta casa nació Manuel Godoy, Príncipe de la Paz. 1767-1967'. En la parte superior
se puede observar el escudo de armas del pacense. Los escudos se colocaban en las fachadas de las casas nobles para identificarlas. Aunque en la parte derecha de la portada principal se puede ver algo que no es muy común entre las casas palacio: una cadena. Este elemento simboliza que esta casa había acogido a un monarca y era considerado como un privilegio que se otorgaba a las familias que alojaban a los reyes. Con esto se puede consta
tar la vinculación y confianza del extremeño con la casa real, que hizo que Carlos IV en uno de sus viajes a Sevilla visitara Badajoz.
Si bien, en la actualidad, la casa no es tan amplia como lo era en el siglo XVIII, ya que se ha distribuido de una forma distinta. En primer lugar, la casa principal se ha dividido en tres viviendas, una de ellas está situada en la planta superior y las restantes en la planta baja. Colindante a éstas se encuentra otro bloque con tres plantas perteneciente en un principio al palacio de la familia Godoy.
José Manuel Pérez, un joven que tiene el honor de vivir en este enclave de la ciudad comenta que «está muy bien vivir en un lugar como este, sobre todo por la historia que encierra y las personas que a lo largo de los siglos se han alojado aquí». Aunque lamenta que en ocasiones el ruido es molesto debido a la cantidad de turistas que pasan por allí para visitar la casa, «es como si estuvieran sentados conmigo en el salón».
También tuvo un palacio
Sin embargo, ésta no fue la única residencia que tuvo en la ciudad. En 1807 y aprovechando los festejos que el consistorio había organizado con motivo del nombramiento del noble como Gran Almirante de España e Indias, éste, en una carta, pidió encarecidamente que se le asignaran unos terrenos para construir un palacio. El ayuntamiento no solo le cedió el terreno, sino también el palacio de los Caldera que se estaba utilizando como hospicio en aquellos momentos.
Pero Godoy nunca llegó a residir en este edificio, hoy Escuela Oficial de Idiomas y Escuela de Artes y Oficios, ya que debido al motín de Aranjuez perdió todos sus títulos y se exilió a París, donde murió arruinado en 1851.
A pesar de todo lo que Fernando VII difamó al pacense, la ciudad lo sigue recordando, ejemplo de ello son la calle que lleva su nombre, la placa en su casa natal, el escudo en la parroquia de la Concepción y el palacio a orillas del río Guadiana que mantiene su denominación.
La confianza de Godoy con Carlos IV hizo que el monarca visitara Badajoz en un viaje hacia Sevilla