Lía, la primera fallera mayor trans
La joven, de 24 años, es fallera de toda la vida en su comisión y acaba de ser nombrada para las Fallas de 2024 «Era mi año y aquí estoy, encantada de apoyar a mi colectivo y hacer ver que es posible», asegura
La imagen de la Virgen de los Desamparados sale de la iglesia de San Juan de la Ribera entre clamores. Tres comisiones de falla la acompañan en su nuevo peregrinaje con motivo del Centenario de la Coronación: Artes y Oficios-Actor Llorens, Rodríguez de Cepeda-Lorenzo Palmireno y Dr. Manuel Candela-Avenida del Puerto. Cuando pasa la fallera mayor de esta última, flanqueada por sus dos presidentas y el presidente infantil se escucha algún cuchicheo: «Sí, mira: es esa». «Esa» es Lía Sánchez Carballo, mujer trans de 24 años que se estrenó como fallera mayor con la passejà de la patrona por las calles de su demarcación el miércoles.
«Quiero que se sepa por qué soy una privilegiada: tengo una vida con pocas complicaciones. Con una familia que me apoya, con una falla que me ha visto crecer y que me ha apoyado incondicionalmente. No he podido tener un entorno más favorable ni más comprensivo, pero no me olvido de que no todas las que deciden dar el paso tienen esa fortuna. Soy feliz con mi cuerpo, con mi trabajo, con mi falla... pero no a todas les pasa lo mismo y no quiero que se excluya a nadie. Por eso quiero apoyar a mi colectivo haciendo ver que es posible».
Lía Sánchez es la primera fallera mayor trans de una comisión de Valencia. Por lo menos, que se sepa. La representante de la comisión de Doctor Manuel Candela-Avenida del Puerto está acompañada de un presidente infantil, Iker Peña «que es súper fallero» y de dos presidentas, Andrea Barrachina y María Toledo. «A Andrea la conozco desde pequeña. Va a ser un año mágico, en una comisión donde somos todos muy jóvenes, y la ilusión de alguien como yo, que es fallera desde que nació», explica.
«Vive y deja vivir»
Las reacciones no han podido ser ni mayores ni mejores. «No veas la de wasaps y la de mensajes en redes sociales que he recibido». Y lo mejor: los poquitos haters. «¿Que qué les diría a ellos? Es que si no quieren saber, no puedo ni decirles nada. Quizá les invitaría a que me conocieran, a que supieran lo que he pasado. No sé. Quizá les diría aquello de `vive y deja vivir'. Y no ya por mí, sino por todas las demás», explica sin perder su amplia sonrisa.
Lía está feliz «por abrir esa puerta y por tener un entorno tan magnífico». En la falla de toda la vida y en casa. «Especialmente
mi madre, que es mi pilar fundamental». Por eso no duda en exteriorizarlo, en proclamarlo. «Porque durante mucho tiempo a las mujeres trans se nos ha acorralado. Se nos ha dicho lo que podía ser y lo que no. Y afortunadamente vivimos en un tiempo de igualdad de oportunidades». Y ojito con la advertencia. «En las Fallas hay muchas personas LGTBIQ+ que no tienen por qué no ver cumplidos sus sueños. Sobre todo, porque son personas superfalleras. Lo único que queremos es vivir la fiesta, en mi caso como fallera mayor. Estoy segura de que en los próximos años vamos a ver más personas trans en los cargos directivos de Fallas».
Su nombramiento ha sido recibido en el colectivo LGTBIQ+ con entusiasmo. La exdiputada y activista Carla Antonelli lo ha destacado en sus redes. Y desde el Ayuntamiento de Valencia la han felicitado y le han mostrado su apoyo.
En plena pandemia
A Lía le pilló la transición en plena pandemia, en el 2020. «La verdad es que me vino de golpe, pero pudimos hacerlo prácticamente todo a través de teleasistencia y tampoco fue tan complicado. Fue peor los trámites para conseguir el cambio de nombre en el DNI, todo el papeleo, que la cuestión personal. Ahora, con la nueva ley, habría sido más sencillo». Fue el único momento que dejó la falla: «Necesitaba espacio para mí».
Pero inmediatamente regresó a sus quehaceres. Quería cumplir su sueño al completo. «He tenido el apoyo que me han dado en casa y que me ha dado una comisión que me ha visto crecer. Era mi
año y aquí estoy». Al cargo se presentaron dos falleras. «La otra compañera me ha cedido el turno. Por reglamento, ella lo será el año que viene».
Sus compañeras están encantadas también. Han cumplido un objetivo. «A partir de ahora, Lía es simplemente Lía, la fallera mayor. Nuestra fallera mayor» dicen María Toledo y Andrea Barrachina. «Lía es de toda la vida. Es nuestra. Nuestro único problema era que había dos candidaturas. Y como el tema se arregló porque Geles será fallera mayor en 2024, para nosotros no hay más que la felicidad de tener falleras mayores. Lía es de todos nosotros».
No escatiman las presidentas los elogios hacia Lía. «Estas Fallas Lía ha demostrado que brilla con luz propia. Es la última que se acuesta y la primera que se levanta para ir a todo. Nos daba un chute de energía a todos. Tenemos una representación maravillosa. Hacía falta alguien como ella porque va a dar mucha vida. No os podéis imaginar la luz que irradia».
La locura del día después
«Estoy segura de que en los próximos años vamos a ver más personas trans dirigiendo las Fallas»
Lía reconoce que después de aparecer en el diario Levante –del grupo Prensa Ibérica como este periódico– el «día después» fue «una locura». Cuando vieron la repercusión que desde el primer momento tuvo la noticia sus amigas hablaron con ella: «Lía, en el momento en que te afecte negativamente, lo paramos entre todos», me dijeron. Pero fue todo lo contrario: mensajes de cariño de todas partes, de niños, de mayores... «Estamos súper contentas de que haya dado el paso y que se haya recibido de esta manera. Vamos a hacer que sea un año inolvidable».
Dr. Manuel Candela-Avenida del Puerto es una comisión normal en un barrio normal. Por eso, el nombramiento de Lía, junto con el presidente infantil Iker, no debería ser noticia. La misma naturalidad con la que Lía, «una de las nuestras» el fin de semana previo a su nombramiento, pintaba las caras de los infantiles en la fiesta de l'Apuntà, que para eso es maquilladora.
Fundada en 1965, Dr. Manuel Candela-Avenida del Puerto es una de las comisiones más antiguas de Camins al Grau, que transita con mucha tranquilidad. En las Fallas del año pasado, eso sí, fue protagonista involuntaria porque llegaron las fiestas con la falla a medio hacer, aunque contaron con la solidaridad del resto de fallas vecinas.
Lía cumplirá 25 años antes de las próximas Fallas. Edad más o menos habitual en las falleras mayores. «De niño fui presidente infantil con mi hermano y entonces nos hicieron muchas entrevistas porque fuimos los primeros mellizos. Está visto que lo mío es abrir puertas». Lo que no quita para que ahora no contemple las preselecciones a fallera mayor de Valencia como un objetivo. «A día de hoy, estar en la corte no es la mayor de mis prioridades. Si con el paso del tiempo hay que ir, se va, pero para mí lo importante es todo lo que voy a vivir en mi falla de toda la vida».