«Habrá un polígono de grandes industrias, que es la gran carencia que tiene Cáceres»
Es la tercera vez que se presenta a la alcaldía. Al segundo intento logró la presidencia de la ciudad, un mandato que se inició en 2019 y cuyo primer año estuvo marcado por la pandemia. Ha gobernado con solo 9 concejales de los 25 que forman la corporación. Ahora va a por un segundo mandato con la intención de que esta vez pueda ser con mayoría absoluta. Aunque la mina acapara casi todo, otros dos proyectos, iniciados durante su mandato, también marcan el futuro de la ciudad: el centro ibérico de investigación para el almacenamiento de energía, cuya obra se iniciará en unas semanas, y el ecopolígono proyectado al norte de las Capellanías que está pendiente de la aprobación del programa de ejecución para que se inicien los trabajos de urbanización.
– Usted pide en sus intervenciones votos suficientes para gobernar sin pactos, da a entender que da por hecho que gana la noche del 28M, ¿tan seguro está de ello?
– Ganaremos en votos porque los vecinos respaldan mayoritariamente la gestión de estos años. Nos dicen que la ciudad está más despierta, más viva y eso se va a notar en las urnas. Pero más allá de esto, nos quedan tres semanas importantes en las que las buenas impresiones se tienen que convertir en votos y en una mayoría suficiente para gobernar sin depender de nadie. Lo que pido es que no terminemos dependiendo de otros, que gobernemos sin mirar al retrovisor y gastando toda la energía en hacer crecer la ciudad.
– ¿Qué resultados les dan sus sondeos para la noche del 28M?
– Lo que nos dicen es que tenemos un respaldo mayoritario a la gestión de estos cuatro años. Los que manejamos son buenos y en los últimos meses van mejorando.
Uno de los anuncios que ha hecho es la creación de suelo con uso industrial, ¿lo creará o desarrollará el suelo existente en el plan de urbanismo, que tiene el inconveniente de estar en manos privadas y es difícil que se haga una fuerte inversión para desarrollarlo?
– – Son tres objetivos. Uno es la modernización y rehabilitación de los polígonos que ya existen. Otro es la creación de más suelo industrial con una renovación del plan de urbanismo. Y la tercera es el desarrollo de un polígono para grandes industrias, que es la gran carencia de la ciudad, esto está muy avanzado. La herramienta para hacerlo será Avante, empresa pública que hace esto en otras ciudades.
– ¿Dónde se crearía más suelo industrial?, ¿sería donde el ayuntamiento o la diputación tienen suelo para facilitar su desarrollo?
– Aquí tenemos una dificultad con respecto a otras ciudades y es que el no tiene un buen suelo, tiene poco y en fincas mal situadas. Nos toca buscar fórmulas, como desarrollarlo nosotros y devolverle su participación al propietario en un polígono ya urbanizado, o adquirir el terreno. No voy a hablar de dónde porque eso genera una especulación que puede hacer ganar mucho a unos y perder mucho a otros. Lo que queremos es tener un espacio para acoger grandes industrias y con un precio del metro cuadrado que sea competitivo y con energía barata.
Hablando de la energía barata, ¿qué le falta al ecopolígono? La sensación es que va muy lento y que no se termina de aprobar su programa de ejecución.
– – Soy consciente de que parece que va lento. Pero cuando pensamos que nos sentamos por primera vez a hablar del ecopolígono como un proyecto teórico en la salida del confinamiento, va muy rápido. Está logrando financiación privada y socios muy importantes.
Ingenostrum dio un paso grande cuando compró el suelo. Pero, ¿cuándo se verá que comienzan los trabajos de urbanización?
– – Será pronto porque la primera fase, la que tiene que ver con el data center, tiene una demanda importante.
– ¿Cómo puede cambiar este proyecto la ciudad?
– La cambiará bastante. Primero por la implicación de la iniciativa privada, que pone suelo disponible para la implantación de industrias. Luego amplía la oferta de oficinas, que es necesaria, también para la industria del software, que tiene ya casi 3.000 personas trabajando en Cáceres, quienes ya están cambiado a esta ciudad. Cambia la ciudad porque aparecen perfiles laborales nuevos, porque habrá un espacio grande con muchos puestos de trabajo y porque pasaremos a ser una ciudad que gana población y que necesitará traer gente para trabajar.
¿Es partidario de una revisión general del plan de urbanismo que reestudie los suelos con algún tipo de protección? Se le pregunto por casos concretos y recientes: fotovoltaicas y aeródromo
– – Lo que hemos pretendido siempre es no eliminar la protección. Pero hay una cosa fundamental: la protección ambiental debe dar seguridad jurídica. Ahora nos encontramos con la situación de que una empresa que quiera invertir aquí o desarrollar una industria ligada al territorio donde va a trabajar le cuesta mucho saber si va a ser viable, no están los usos bien definidos. Hay que tener bien caayuntamiento talogado para qué sirve cada zona y qué se puede hacer. Tiene que llegarse a una reinterpretación de esas protecciones para saber qué se puede hacer y qué fórmulas hay para valorar el impacto ambiental de cada uno de los proyectos.
– ¿Va a ser una modificación del plan o una revisión general?
– Va a depender mucho de como quede el pleno, de tener una mayoría suficiente. Si cuando empiece la legislatura tenemos una composición del pleno que permita trabajar bien, hay que ir a una revisión general. El plan en vigor se hizo en un momento en el que la ciudad estaba en una proyección de crecimiento por el boom de la construcción. Ahora tenemos situaciones que hace diez años ni se planteaban.
– ¿Va a ser necesario cambiar el plan de urbanismo para que el proyecto de la mina prospere?
– Si fuese la empresa de la mina, no sería triunfalista. Queda un camino muy largo. Lo primero a valorar es que si se quiere llegar a un punto en el que el ayuntamiento y la ciudad colaboren hay que garantizar una proyección industrial. Ya está la planta de procesado y la de hidrogeno, pero todavía se tienen que dar garantías respecto a una implantación industrial. Lo que se les dijo es que si querían que el proyecto fuese viable y tuviese apoyo en la ciudad tenía que venir aparejado a industrias. Luego tocará valorar si el plan de urbanismo lo permite o no y seguramente lo acabará decidiendo un juez. Tenemos que tener claro que aquí no puede haber nada regalado y que el proyecto saldrá adelante si viene vinculado a una generación de riqueza en la ciudad.
«Los vecinos nos dicen que la ciudad está más despierta y viva y eso se va a notar en las urnas»
Pero lo que hay en el proyecto es una mina subterránea, una planta de procesado y una planta de hidrógeno. No hay más. La empresa no va a traer más industrias.
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«En la mina no puede haber nada regalado. Saldrá si se vincula a una generación de riqueza en la ciudad»
– No directamente. Pero tampoco iba a traer la planta de hidrógeno y lo ha presentado en colaboración con otra empresa. Lo que se les pide es que peleen para que su proyecto venga vinculado a otros proyectos industriales.
– ¿En qué caso le daría el ayuntamiento licencia a la empresa?
– Si presentan un proyecto que pase la declaración de impacto ambiental, que no tenga ninguna incidencia en la ciudad y que venga aparejado a un desarrollo industrial que permita una generación importante de puestos de trabajo. Creo que en ese caso será cuando habrá que hablar sobre si pueden tener autorización.