Busquets abandona el Barça dejando un legado eterno
El club azulgrana no tiene aún un relevo claro ni dinero para ficharlo
Sergio Busquets anunció ayer el final de su carrera en el Barça. Después de 15 temporadas, a punto de cumplir 35 años (el próximo 16 de julio), el capitán enfila el camino de la retirada dejando, en primer lugar, el fútbol de élite en el que ha permanecido guiando al equipo azulgrana durante la mejor etapa de la historia. Manejaba la oferta de renovación a la baja del Barça, siendo como es «un futbolista fundamental» para Xavi, a quien le crea un problema para sustituirle. Desde Arabia Saudí le llegaba una propuesta millonaria inigualable. A medio camino entre la competición y el ocio, permanecía la opción del Inter de Miami con la camiseta del dorsal `5' reservada para él.
La conclusión de Busquets es que el porvenir nunca iba a mejorar el glorioso pasado: ni la frecuencia de los títulos conquistados por más que se vean brotes verdes, ni el dinero recibido en el Camp Nou, obligado como estaba a aceptar una ficha inferior a la mitad de lo percibido esta última campaña, la más alta de la plantilla tras la marcha de Piqué. Quedará en lo alto del podio el sueldo de Jordi Alba. Un asunto, el del coste de los veteranos que ha erosionado al vestuario.
Un pedazo de historia viva se convierte en objeto de museo, cuando no de adoración, después de 719 partidos disputados, 18 goles marcados y 31 títulos conquistados. El futbolista que habría querido ser Vicente del Bosque.
Tan tardía fue la progresión de Busquets, que llegó al Barça con 17 años procedente del Jàbac de Terrassa y no fue internacional hasta la categoría sub-21. En diciembre pasado se despidió de la absoluta después de cuatro Mundiales y 143 partidos, inmediatamente después de la eliminación de España en Catar.
Con Busquets desaparece otro símbolo del mejor Barça de todos los tiempos, el Barça «eterno» que encadenó el primer sextete de la historia del fútbol (2009), récord solo igualado por el Bayern en 2020. El futbolista que, a semejanza de Pep Guardiola, el entrenador
que le encumbró, no destacaba en ninguna cualidad futbolística, excepto en el instinto y la rapidez para dar el primer pase de construcción.
Sin relevo claro, por supuesto. Podría ser Frenkie de Jong, pero perdió siempre la comparación simultánea. Xavi tendrá que elegir al sustituto. Su preferido es el vasco Martín Zubimendi, de la Real Sociedad, pero cuesta 60 millones y el Barça no tiene ni un euro para gastar. El preferido de Joan Laporta es el portugués Rúben Neves del Wolverhampton, a quien el agente Jorge Mendes intenta colocar a toda costa.