El Barça gana el derbi y ya es campeón de Liga
Después de la eliminación en Copa del Rey a manos de un Real Madrid arrollador en el Camp Nou, Xavi Hernández, entrenador del FC Barcelona, se rebelaba en rueda de prensa. No soportaba que nadie le dijera que al conjunto azulgrana «solo» le quedaba un título, pues consideraba que alcanzar la primera Liga desde la temporada 2018/2019 era «la hostia». O aún más: «Es la rehostia». Al fin tiene el trofeo en su vitrina particular, que es la de todo el barcelonismo, después de arrollar al Espanyol en Cornellà (2-4). Lo deja tiritando, al borde del descenso a Segunda. Sazón para un equipo necesitado emocionalmente y guinda para una Liga cocinada a fuego lento.
El entrenador barcelonista sabe lo importante que es «para la estabilidad» un campeonato que premia la regularidad. Sobre todo en una temporada en la que se ha hablado de «palancas», «Caso Negreira» y que termina con la salida de Sergio Busquets y Mateu Alemany,
dos figuras imprescindibles en la historia reciente de un club que sigue deambulando por Europa. Cayó eliminado en la fase de grupos de la Champions y en octavos de la Europa League frente a un Manchester United, al que el Sevilla expulsó en cuartos.
«Nosotros sabemos de donde venimos y donde estamos, por lo que valoramos mucho la Liga. Por competirla con un señor equipo como el Real Madrid, que es campeón de Europa», se ha esforzado en defender Xavi las últimas jornadas mientras acariciaba su primera Liga española como entrenador. El más capacitado para afrontar esta situación. Representante del pasado glorioso y el único capaz de remar en el incierto panorama que asoma.
El Barça celebrará este título como si fuera el primero o el último, porque el día siguiente volverá a ser tiempo para planificar una próxima campaña compleja. Como las que vendrán en el periodo posterior a las `palancas', un mecanismo extraordinario activado por Joan Laporta que permitió a la entidad ir al mercado de verano con efectivo, completar inscripciones y hacer renovaciones.
La consecución de la 27ª Liga mantiene en pie la hoja de ruta que permitió la llegada en el mercado estival de Robert Lewandowski, el delantero y `estrella' que necesitaba. Aunque su segunda vuelta no fue la esperada, apareció frente al Espanyol iluminando la victoria que el Barça necesitaba para abrazar el campeonato.
Y precisamente cuando los jugadores del Barça hacían eso, abrazase celebrando el título de liga, los ultras del Espanyol invadieron el terreno de juego para cortar esa fiesta y obligar a lo jugadores azulgranas a marcharse a la carrera a los vestuarios. Tuvieron que intervenir la fuerzas de seguridad y no pasó a más, pero el derbi catalán terminó en bochorno.