Barranquismo regional en Albania
Cuatro extremeños amantes de esta modalidad disfrutan de este deporte en el país del este
«En Extremadura gozamos de buena salud barranquista». Lo dice el placentino Javier Gil y, director técnico de la Federación Española de este deporte, en la que la comunidad sigue teniendo bastante protagonismo y con expectativas inmejorables.
El grupo de Expediciona ha regresado de una aventura especial, y que formada por cuatro amantes de esta espectacular modalidad deportiva.
Durante la semana pasada el grupo viajó hasta Albania para realizar distintos descensos de barrancos por la zona, explica Gil, orgulloso de la iniciativa. «Albania es un país que se está abriendo al mundo después de su cierre comunista hasta finales del siglo pasado. Ofrece un clima mediterráneo, gastronomía y cultura, además de, por supuesto, grandes barrancos», agrega. Los descensos realizados fueron en Bënjes, Çarçoves, Prishtes y Höltes, todos ellos saldados con éxito.
«Las lluvias primaverales de las tardes hizo necesario madrugar y planificar bien los descensos para evitar problemas», relata.
El barranquismo, deporte que se inició en los años 70, consiste en descender los cursos de ríos de montaña donde se forman cascadas. «Son sitios de difícil acceso porque el agua erosiona y forma grandes cañones a los que es imposible acceder sin las cuerdas específicas», explicaba el propio Gil a este diario en un reportaje publicado el pasado verano.
El guía del grupo fue el propio Javier Gil. Según el GPS, «íbamos por una carretera de tierra y nos cruzamos un 4x4 de ruedas enormes, les preguntamos y se rieron, imposible pasar con coches normales. Media vuelta y cuatro horas de vuelta para llegar donde íbamos. Hay que tener cuidado las carreteras y el GPS. En lo estrictamente barranquista, «salió todo muy bien».