La solución, en Valencia
El Cacereño no concreta sus ocasiones ante el filial che en un 0-0 que lo deja todo abierto
El Cacereño se jugará la continuidad en su reto el próximo sábado (19.00 horas) en el estadio Antonio Puchades de Valencia. Su 0-0 en el Príncipe Felipe ante el Mestalla abre y cierra todas las posibilidades para el decano extremeño, que lo intentó ante su gente con convicción pero sin éxito ante un filial che que celebró como un éxito su igualada. Lógico. Ahora deberá responder al desafío en su campo y alentado por sus seguidores. Además, otro empate tras prórroga le daría el pase a la final por el ascenso a la Primera Federación.
A falta del veredicto, el duelo está muy abierto. Que el CPC ni sus fieles caigan en depresión. Todo puede suceder en feudo levantino, con dos bloques parejos. Faltó el gol y no hubo claridad adelante, una carencia que ha castigado mucho esta, de momento, notable temporada de los verdes.
CON TODOS Julio Cobos puso a sus clásicos, a su guardia pretoriana de las últimas jornadas y también, en el fondo, de toda la liga regular. La única sorpresa latente fue la ausencia del central Relu, incluso del banquillo de suplentes. El defensa ha pasado de indiscutido a muy prescindible, si es que no ha habido problemas físicos con él, que entonces sí tendría su sentido todo.
Si no un monólogo, sí que el cuadro local atacó más, tuvo más ambición. Avisó Karim tras pase de la muerte de un muy activo Samu Manchón en el momento de intimidación inicial del CPC, respondiendo Bernad en el rechace.
El partido se enfrió, como el tiempo, de tal forma que el equilibrio y el respeto lo marcaban todo. El filial, con una buena técnica individual de sus piezas, la tocaba con gusto por la pelota, como correspondía a su condición. Apenas ocurriría nada más allá que lo que infundía el respeto mutuo, con otro remate de Karim de cabeza alto. Habían pasado 33 minutos de fútbol control por ambos.
El Valencia Mestalla perdió a uno de los hombres más inquietantes para los intereses verdes, el media punta Maia, pero el partido tenía poco recorrido en cuanto al caudal ofensivo de los dos. Los filiales no lanzaron a puerta, aunque sí combinaron con cierta intención durante este primer acto.
El Cacereño abusó del lanzamiento largo a Solano, bien parado por los fornidos centrales le
vantinos, amantes además del buen trato del balón. Sin embargo, poco remate acreditaron a lo largo y ancho de los 90 minutos. Sus mejores finalizadores habían estado jugando en las horas anteriores en Mestalla, contra el Madrid. Incluso uno de ellos, Diego López, había sido el autor del tanto del triunfo. Cosas del maravilloso deporte del fútbol.
Hubo una acción muy cercana al penalti sobre Samu Gomis que se sacó fuera tras parada del meta Bernad. El Cacereño no concretaba su dominio por lo que fuere.
Cobos tiró de Sanchidrián por el ya apagado Samu Manchón. Recambio para activar la movilidad delante y agitar la coctelera. Había calma chicha en el terreno de juego a falta de concretar los ataques. Lo peor era, sin duda, la actuación arbitral, enemistada con los locales en cada balón dividido.
El duelo decisivo será el próximo sábado a partir de las 19.00 horas en terreno del filial del Valencia
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SIN RESULTADO El técnico local introdujo a Bermu y David Grande por Telles y Solano a modo de revulsivo. Metió después a Garci para abrir el campo. Pero ni por esas, pese a los buenos aportes individuales del extremo. El Cacereño no tenía pegada, los remates brillaban por su ausencia y realmente solamente se percibía algo diferente cuando el balón era de Iván Fernández, el más malentencionado de los atacantes locales.
El Valencia Levante contemporizó hasta el final de manera palmaria. Le convenía la coyuntura y le era satisfactorio el resultado sin goles. El Cacereño tuvo el balón de manera estéril y el partido tomó, cuando no era así, un rumbo errático y pestoso, con los jóvenes levantinos perdiendo tiempo en cada acción, cual veteranos.
El encuentro languideció entre la impotencia de los locales en generar siquiera algún `uy'. Su mayor amenaza llegó en alguna falta al borde del área que no prosperó, cuando no de la enemistad interpretativa del colegiado.
Al final, al menos el CPC no encajó y todo puede estar en el filo de la navaja del acierto o el fallo en un partido a cara de perro, en el que los locales parten con esa ligera ventaja. Sin embargo, el fútbol le debe toneladas de fortuna histórica a los extremeños. ¿Será esta vez, por fin?.