El Giro de Italia cierra una semana para olvidar

Esta semana de Giro habría que suprimirla de la historia del ciclismo. Ha sido una vergüenza. Se han desperdiciado todas las etapas, que si el frío, que si la lluvia, que si no ayudaba el recorrido… no ha pasado nada. Ha sido un tostón.

Los favoritos ni se han probado. Este domingo sólo hubo fuegos artificiales al final, pero se desaprovechó una etapa de dibujo magnífico, la que recorría los territorios del Giro de Lombardía. Prueba de ello es que, si el sábado el pelotón de la `maglia rosa' llegó a 21 minutos de los fugados, en Bérgamo, meta de la 15ª etapa, lo hizo a casi 7.

Da igual que pongan puertos, que recorten o dejen los recorridos. Da lo mismo, sin ir lentos, que no lo van, por detrás ponen un trote y hasta dejan que el Groupama francés marque el ritmo para que el sorprendente líder de la carrera, Bruno Armirail, pueda llegar con la `maglia rosa' a los Dolomitas tras el descanso de

La falta de combatividad y los recortes de recorridos deslucen toda la prueba

este lunes, a pesar de ceder 33 segundos en la aceleración final de las figuras.

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EL PUNDONOR DE ROJAS Si la etapa de este domingo se ha mantenido activa ha sido gracias al pundonor de José Joaquín Rojas, que puso la sal en la escapada para que su compañero en Movistar, Einer Rubio, luchara por una segunda victoria en el Giro que no llegó. Al final no pudo-victoria del estadounidense del UAE Brandon McNulty- pero al menos, que estuviera entre los escapados, al no ir muy alejado de los puestos de honor, obligó a no concederle a la fuga un tiempo escandaloso. Por lo demás, los favoritos volvieron a llegar juntos y sólo se pelearon un poquito de nada en los adoquines de Bérgamo.

Parece que a Geraint Thomas y a Primoz Roglic, segundo y tercero de la general, sin que cuente Armirail para la pelea hasta ahora de puños caídos, ya les va bien llegar como amigos a los Dolomitas (el martes se sube el Monte Bondone y el viernes llega la etapa reina con Las Tres Cimas de Lavaredo). Queda territorio para que todo cambie de pies a cabeza. Pero no se puede echar por la borda dos semanas de competición.