Hidrógeno: el maná para descarbonizar el mundo
Ya es urgente. Hay que descarbonizar el planeta. En 2050, la UE reducirá a cero las emisiones contaminantes de CO2. ¿Cómo? Cambiando los combustibles fósiles (gas, petróleo...) por renovables (sol, viento...). Pero aún persisten dos trabas serias a su uso masivo: hay pocas fórmulas para transportarlas y almacenarlas en grandes cantidades. De ahí la importancia del nuevo Centro Ibérico de Investigación en Almacenamiento Energético (CIIAE) de Cáceres.
Los directores científicos de las cuatro áreas llevan meses a pleno rendimiento. Ahora estrenan las instalaciones provisionales en la Politécnica hasta que se construyan los tres grandes recintos del Cuartillo (finalización en 2024 y 2025). David Parra (Don Benito, 1984) es el responsable del Departamento de Hidrógeno y Power-toX, clave en el cambio energético que espera el mundo. ¿Por qué? Porque constituye la gran baza para sustituir los combustibles fósiles en los sectores más complejos, «como la industria que requiere productos químicos o altas temperaturas, y el transporte de larga distancia (aviación, marítimo...)».
«Pues bien --explica--. Nuestro departamento viene a dar respuestas científicas a los retos del uso del hidrógeno para descarbonizar estos sectores. Desde el
CIIAE, como centro de ciencia, no solo mejoraremos tecnologías que ya existen o las aplicaremos de forma diferente, también desarrollaremos nuevos materiales y conceptos, crearemos prototipos».
Además de investigar la generación de este gas, su almacenamiento y transporte, el de Cáceres será un departamento Power-To-X y por tanto estudiará distintas tecnologías de transformación del hidrógeno en otros productos. «Si lo haces reaccionar con gases como el CO2 te permite generar gasolinas sintéticas, o si lo haces reaccionar con el nitrógeno se puede producir amoniaco que se utiliza para obtener fertilizantes», detalla David Parra.
LAS VENTAJAS El científico recuerda, en definitiva, las grandes cualidades del hidrógeno a la hora de cambiar la estrategia energética del planeta: puede obtenerse en abundancia a través de renovables (hidrógeno verde), puede tener un almacenamiento de larga duración, y puede transformarse en productos muy interesantes, incluso en calor y electricidad.
De ahí la entrega de este ingeniero energético a su nuevo cometido en el CIIAE, al que llega después de trabajar en Reino Unido, Suiza o EE UU. «Se trata de un centro muy importante para ayudar a la sociedad desde la ciencia, donde además se está formando un gran equipo», destaca.