«Prefiero que le haya tocado a mi amigo que a mí»
Del jueves reparte en Badajoz 780.000 € del primero y el segundo premio
30.000 euros por 3 euros. Es lo que corresponde a cada décimo vendido en Badajoz del primer premio de la Lotería Nacional. La cifra no resuelve la vida, pero la aligera y la alegra, sobre todo en tiempos de escasez. El primer premio y el segundo de la Lotería Nacional del jueves repartieron en Badajoz 780.000 euros.
La administración número 12 de la calle Corte de Peleas 88 vendió 25 décimos del primer premio, cada uno de ellos agraciado con 30.000 euros, que suman la nada desdeñable cantidad de 750.000 euros, repartidos en buena parte entre vecinos de la barriada de San Roque. Esta administración había recibido 30 décimos del número 45849 y devolvió solamente cinco.
Manolo Caballero trabaja en el establecimiento de Carretera de la Corte. Ayer por la mañana no podía disimular la satisfacción que les produce repartir premios entre sus clientes. «Es uno más de los muchos que hemos dado desde que estamos en San Roque, parece que estamos tocados con una varita mágica». Lamentó haber devuelto cinco décimos porque normalmente se venden todos. «La tarde del jueves se agotan, pero ayer la tarde estaba como estaba (llovió mucho) y además la venta está flojita, con los Carnavales la gente no mira la Lotería y no hay que ver solo la Lotería de Navidad, hay que verla todo el año porque da muy buenos premios», recomendó.
La Lotería de los jueves tiene sus adeptos, «porque es más barata que los sábados y aunque los premios son la mitad, también es más asequible». Manolo conoce a algunos de los agraciados, pues compran el número premiado todas las semanas. Otros piden uno suelto «y a mí se me va mucho la mano para el 49 y el 69 que tenemos ahí, porque intentamos vender los más representativos de la administración, que son números abonados que tenemos durante todo el año».
¿Son vecinos que lo necesitan? «Hay gente del barrio, que no es el de Salamanca de Madrid, son gente trabajadora, padres del colegio Virgen de Guadalupe, que pasan». Ayer entraron varios y, sin soltar palabra, le indicaron frente a la ventanilla con el dedo pulgar hacia arriba que eran los afortunados. Para confirmarlo, sacaron fotos al cartel que informa los bancos donde se cobran los premios. Alguno llevaba más de un décimo.
«TIRO EL ARROZ»
No fue el caso de Amalio Corbacho, que se acercó para comprobar si el décimo que él compró tenía premio. «Estaba haciendo un arroz y digo: voy a ir, porque como
me haya tocado, tiro el arroz y compro carne». Finalmente «voy a seguir con el arroz», se conformó. Hoy sábado volverá a intentarlo.
Isabel también se acercó a la administración. A ella no le tocó, pero sí a alguien «muy conocido, muy amigo». Tan conocido y tan querido que a Isabel se le saltaban las lágrimas de la emoción. Viven cerca, en Suerte de Saavedra. A su amigo este premio le viene más que bien. «Estupendo, mejor imposible, a la mejor persona que le
ha podido tocar, con eso le quiero decir mucho». Su situación familiar es complicada. «Los pobres van tirando como pueden, mejor imposible que le haya tocado a él, le ha venido de maravilla, a todos nos hace falta, porque si me toca a mí yo arreglo a mis hijos, pero prefiero que le haya tocado a mi amigo, así que esta mañana hemos pegado un bote».
No fue el único premio que cayó el jueves en la ciudad de Badajoz. La Lotería Nacional trajo la
suerte a la ciudad por partida doble. Del segundo premio también se vendieron décimos, en otra administración, la número 2, situada en Sinforiano Madroñero 5, en la esquina con Francisco Vaca Morales. El segundo premio fue para el número 29536. A cada décimo le correspondieron 6.000 euros. En esta ventanilla se despacharon 5 décimos premiados, que suman 30.000 euros más.
La administración de Sinforiano Madroñero está en racha. En este negocio trabaja Ana Florencio. «Hemos empezado el año con muy buena suerte: repartimos la Bonoloto el 3 de enero, el día de Reyes el tercer premio del Niño y ahora el segundo de la Lotería Nacional del jueves». Tenían 10 décimos pero devolvieron 5 del número premiado. No son abonados sino un número suelto. Por la mañana se acercaron algunos de los afortunados, que no se lo esperaban. «Gente que viene todos los días, 6.000 euritos qué bien, porque además van directamente a cobrarlos al banco». Son clientes habituales, del barrio. Ninguno ha repetido con el Niño. «Eso ya sería demasiada suerte».