El colegio Los Ángeles urge agilizar el nuevo centro
El viernes con la lluvia tuvieron que volver a ser evacuados todos los niños
La consejería ya tiene licencia y en «las próximas semanas» licitará las obras
La imagen habla por sí misma. Un padre carga a cuestas con su hija con el agua hasta las pantorrillas porque la entrada de su colegio está completamente anegada. Es la única forma de acercarla al coche, que no puede acceder al recinto, para llevársela a casa. El centro no es uno cualquiera. Se trata del Colegio de Educación Especial Los Ángeles, donde el viernes revivieron las escenas de la borrasca Efraín, esta vez con Juan.
Aunque con menor intensidad, la lluvia obligó a evacuar las instalaciones en las que, tres días después, las humedades persisten y se oscurecen con el moho, que convierte las aulas en estancias irrespirables. El traslado de Los Ángeles se anunció en 2017. Siete años más tarde, los problemas se acrecientan. El Ayuntamiento de Badajoz tiene concedida la licencia de obras, pero la Junta de Extremadura, a quien compete la edificación, aún no ha licitado la construcción, cuyo plazo de ejecución es de 20 meses. Ayer, la directora del colegio, Mar García, volvió a reclamar que se agilicen los trámites. Este diario solicitó información a la Consejería de Educación, que confirmó que cuenta con la licencia de obra, emitida el 22 de diciembre. En estos momentos está «revisando en su totalidad el proyecto de esta infraestructura y ha actualizado los precios», de manera que está «trabajando para, en las próximas semanas, publicar la licitación de la obra, de la que informaremos con detalle».
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DESALOJO Mientras tanto, en el colegio siguen sufriendo las consecuencias del retraso. Mar García recordó que con la tormenta Efraín «se complicó todo muchísimo más» porque cayeron más litros que la semana pasada. En septiembre, al comienzo del curso llovió y ya se formó a la entrada una balsa de agua y un transporte de tarde se quedó pinchado en el barrizal. Avisaron a los bomberos.
El viernes pasado hubo inundaciones en Badajoz. A las 8.50 había agua en la entrada. Los niños llegan a las 9.00 en transporte escolar. Llovía y a las 9.30 empezaron a avisar los padres y a las empresas de transporte para evitar que ocurriese lo que sucedió hace un año, cuando el centro se quedó aislado. A las 10.00 la cantidad de agua acumulada impedía el acceso de vehículos. La directora tuvo
que avisar para que no fuese ningún padre más, pues los coches se agolpaban a la entrada. El resultado fue un «colapso total». Con Efraín, los transportes de localidades próximas fueron avisados pero no pudieron adelantar la vuelta y a las dos de la tarde estaba inundado Gévora y Los Ángeles quedó aislado. El mayor problema es que este colegio tiene niños basales que se alimentan con botón gástrico y todos tienen medicación. Esa necesidad estaba cubierta para los internos, pero a los que no son residentes se la suministran sus padres en casa. «Yo no podía encerrar aquí a 70 niños, siendo además fin de semana». Tras lo ocurrido con Efraín estaban más preparados para Irene y Juan. Hasta los transportistas eran conscientes de lo que iba a pasar.
La directora reconoce que todos los servicios de emergencia funcionaron «muy rápidos». Acudieron los bomberos, Protección Civil, la Policía Local, Cruz Roja y la Guardia Civil. Enseguida consiguieron evacuar el colegio, al que van niños de Olivenza, Valverde, La Codosera, Villar del Rey, Puebla de Obando y Mérida. En total son 67, con distintas discapacidades. 11 están internos. A las 12.30 trasladaron
a la última niña y una ambulancia acercó al personal que quedaba a Badajoz porque no podían salir con sus coches.
El problema más grande que tiene el centro es la balsa que se forma cuando llueve. El colegio está a 8 kilómetros del centro urbano. La directora no cree que sea imposible el arreglo de la vaguada. «Lo que duele es que hay proyectado un centro nuevo desde hace muchísimos años y no llega, no sabemos por qué, porque la burocracia
está terminada», se lamenta la directora, que confiaba en que el cambio del Gobierno regional lo agilizase. Mar García reconoce que el ayuntamiento cumple con el mantenimiento «pero no deja de ser un parche». De hecho, hay zonas que siempre se mojan, como el cine, el aula de música, y ahora la de radio. Se sustituyeron las cubiertas y las terrazas pero el agua sigue entrando. La solución no llegará a corto plazo.